No se me ocurre un título más descriptivo para esta enorme y gran equivocación. Quería cortarle el pelo a Blanca desde hacía semanas porque se le enredaba muchísimo y le daba mucho calor. Esta tarde me puse a llamar a algunas peluquerías y como no me daban cita para esta semana...
¡¡Se lo corté yo!!
¿Pero cómo se puede ser tan impulsiva? Madre mía. A medida que cortaba más me iba arrepintiendo. Pensé que con sus rizos algún trasquilón no se notaría y que como le iba a cortar tan poco, si me salía muy mal, me lo arreglarían en la pelu.
Pero corté y corté, y arreglé, y nivelé, igualé...y volví a cortar.
El resultado es el que véis. Ya no queda rastro de sus hermosos rizos. Al menos está fresquita, pero tendremos que esperar un tiempo para que alguna peluquera pueda arreglar el corte.
Ay!! Si es que las prisas no son buenas consejeras...
Venga Anímate!se la ve super fresquita y seguro que está monisima con su nuevo estilo. Cuando te quieras dar cuenta ya están ahí otra vez los rizos!!!!!si te sirve de consuelo nos ha pasado a más de una. No te castigues mucho que a veces somos muy duras con nosotros mismas. Y tu niña me da a mi que está igual de feliz que antes. A nosotras nos afectan esas cosas más y ellas tan felices. Todavía me acuerdo un corte de flequillo que le di a la pobre abril tipo abertzale,pero bueno...lo mejor de todo es que puedes decir que tu hija está preciosa con lo que le hagas! Venga Anímate
ResponderEliminarTienes razón en que ella está igual de feliz y de guapa. Pero vaya con su madre y sus impulsos!!! Al menos he aprendido la lección ;)
EliminarUn abrazo enorme y muchísimas gracias por tus palabras de ánimo
Jajaja pocas veces me he hecho eso yo a mi misma...y al peque ni te cuento. Pues nada, le crecera y mientras estará muy fresquita, como dices.
ResponderEliminarun besote
Más gente me ha dicho lo mismo...se ve que todas llevamos una peluquera dentro!!!!
EliminarUn besote