jueves, 28 de julio de 2011

Cansada de tantas inseguridades

Acabo de leer por primera vez el blog "elmundodekim.blogspot.com" y me ha gustado mucho el post "Malos hábitos". Sobre todo he admirado la certeza que tiene de estar haciendo las cosas bien. Es una suerte tener la tranquilidad de hacer lo que es mejor para tus hijos y que no te asalten continuamente dudas sobre casi todo...
En algunos aspectos tengo las cosas muy claras, pero sobre todo cuando las decisiones han obtenido buenos redultados. Por ejemplo con la comida, que decidimos no dar purés, y vemos que Blanca va probando cosas nuevas aceptando todo tipo de alimentos. Otro acierto es no llevarla siempre en un carrito y la Ergobaby se ha convertido en su vehículo favorito.
El problema radica en los aspectos en los que el resultado no es tan bueno, como en el tema del sueño. Ni las nanas, ni el pecho ni el colecho han conseguido un número de despertares aceptable y como no estamos dispuestos a aplicar métodos de condicionamiento estoy algo perdida. Mi hija tiene el síndrome que algunas madres llaman "de la cuna con pinchos" y dejarla en la cuna despierta sólo la hace patalear quejándose. Cuando se despierta, en la cama o en la cuna, y ve que no estoy se pone a llorar. Y dormir conmigo hace que cuando se despierte se duerma pronto pero se sigue despertando bastante para lo cansada que estoy.
Por todo ello me siento bastante insegura. Tengo muy claro lo que NUNCA haría para dormir más, como dejarla llorar, pero no tengo tanta seguridad como para pensar que lo que sí estoy haciendo lo esté haciendo bien...


viernes, 22 de julio de 2011

Cambios

Hoy Blanca cumple 8 meses y el tiempo ha pasado volando. Ayer nació su prima hermana y, al verla tan pequeñita, me di cuenta de cuánto ha cambiado mi niña en tan pocas semanas. Incluso me atrevería a decir que cambia por días.
Sólo esta semana, por poner un ejemplo, ha empezado a decir papá y guapa, ya se ha montado en un columpio, debido a su tamaño le hemos tenido que dar la vuelta a la sillita del coche y hoy se bañará por primera vez en la bañera de mayores.
Casi gatea y pronto comenzará a explorar los cajones de la casa...
¡¡Cuidado Charlie que en breve se te acabará la tranquilidad!! El perro le vuelve loca. Cuando les acercamos le encanta, se ríe a carcajadas y le intenta acariciar...¡pero le pega unos tirones de orejas al pobre! Menos mal que él se deja torturar pacientemente y espero que pronto vaya aprendiendo cómo tocarle sin hacerle daño.
Tendremos que ir preparando la casa, y nosotros mismos, para esta nueva etapa que comienza.


domingo, 10 de julio de 2011

¿Hemos materializado la maternidad?

Hace unos días leí que, en nuestro país, está descendiendo el índice de natalidad cada año desde que comenzó la crisis. En la actualidad tenemos el número de nacimientos más bajo de Europa y uno de los más bajos del Mundo. Y no es de extrañar teniendo en cuenta los niveles de desempleo que hay, con un 20% a a nivel nacional o un 30% en Andalucía.
Tengo amigos que desean tener hijos y no pueden porque están en situación de desempleo. Yo misma, sin trabajo y sin perspectivas, desconozco si podré tener más hijos.
Últimamente he estado pensando en este tema y en como ha cambiado nuestra sociedad en apenas 40 ó 50 años, en cómo mi abuelos tuvieron 6 hijos con un sueldo, en lo felices que eran las reuniones en una gran familia, en que mis padres no tuvieron tantos juguetes como yo pero jugaban sin peligro en las calles...
También he recordado lo mal que lo pasé cuando me despidieron estando embarazada, aunque era un bebé buscado y muy deseado. Lo triste es que lo que me aterraba era no tener dinero para criarla, pero ¿hace falta mucho dinero para tener hijos? ¿Hemos convertido la maternidad en algo material y a nuestros hijos en muñecos con complementos y accesorios? ¿Tan importante es el dinero?
¡Desde luego que sí...y que no!
Por supuesto que hace falta dinero para pagar la vivienda, las facturas, comprar ropa y comida, pero no hace falta para nada más. Mi hija de 7 meses no necesita 15 vestidos, más mil camisetas, pantalones o camisas. No necesita 12 peluches, 6 libros, 23 juguetes, 3 mantitas de juego y 2 gimnasios de actividades. Dejará casi nuevos el capazo, la cuna, el carro, la silla de paseo para los viajes, la hamaca... Soy culpable de la mayoría de esas compras pero, ahora que lo veo con claridad, lo que ella prefiere de verdad es que juguemos a tirarnos peditos con la boca, se ríe muchísimo cuando me como sus pies o su barriguita, se le ilumina la cara cada vez que está con su padre, le encanta que le cante canciones, se vuelve loquita con Charlie, nuestro perro y seguramente no le importaría nada heredar la ropa si tuviese hermanos con los que jugar.
Teniendo dinero para lo fundamental no hace falta más para ser feliz y deberíamos pensar en las cosas realmente importantes, que no se compran con dinero...


viernes, 1 de julio de 2011

¿Vete a dormir de una puta vez?

Acabo de leer que un padre desesperado porque no podía dormir por su bebé ha escrito un libro de versos muy agresivos verbalmente. El pobre hombre se ha desahogado de esa manera. No se lo dice a su bebé, lo publica.
No me concierne a mí juzgar a nadie pero...¿Puedo publicar un libro de versos contra mi ruidoso vecino? ¿Podría desahogarme así con mi jefe o mi marido?
Sólo por reflexionar un poco, he cambiado en los textos las palabras niña por "mamá" y padre por "hija":

“Las ventanas están oscuras en la ciudad, mamá. Las ballenas se han acurrucado ya en lo más profundo. Te leo el último libro si tú juras que te dormirás de una puta vez” .
“Las flores dormitan abajo en los valles y en lo alto de las montañas escarpadas . Mi vida es un fracaso, soy una hija de mierda. Deja de joder, por favor, y vete a dormir..."

Porque si yo fuese la madre, tuviese cualquier enfermedad senil y mi hija publicase estos versos seguramente habría herido la sensibilidad de muchísima más gente que si hablamos de un bebé que está regulando sus fases de sueño.

No consigo comprender la tolerancia que hay en ciertas actitudes despectivas hacia personas tan indefensas y me asusta la sociedad hacia la que estamos involucionando...


Primeras vacaciones

Aunque no estoy trabajando, la palabra "vacaciones" sigue teniendo mucho sentido para mí. No voy a descansar de ninguna actividad remunerada y altamente estresante, pero me va a permitir cambiar de aires y salir de la rutina. Cuando Blanca nació no podía salir mucho de casa porque hacía frío, y ahora me pasa casi lo mismo por los 40° que nos asolan. El caso es que por uno u otro motivo últimamente me he sentido bastante más agobiada de lo normal. La casa se me cae encima y siento que necesito hacer otra actividad, además de ser mamá. Por eso me hace tanta ilusión pensar en nuestras primeras vacaciones con nuestro bebé...
¿Qué no se pueden hacer grandes planes con niños? ¿Quién dice que no? Al menos eso es lo que vamos a intentar. ¡Nos vamos a Irlanda!
Tenemos claras las limitaciones pero hemos pensado que, bajando nuestro ritmo habitual en los viajes, también podemos seguir haciendo lo que nos gusta.
Además, siempre hemos visto a familias con niños en aviones, museos, hoteles y monumentos, cuando hemos ido a otros países. ¡Nosotros también queremos!
Empezaré a preparar ya el viaje para evitar el mayor número posible de imprevistos...