martes, 16 de diciembre de 2014

Cumpleaños de Frozen

Hace ya casi un mes que fue el cumple de Blanca y desgraciadamente hasta hoy no he tenido tiempo de poder ver las fotos con detalle para poderlas colgar. Me perece increíble que hayan pasado ya la friolera de cuatro años desde que me pusieron a mi niña sobre el pecho, arrugadita y temblorosa. En ese momento supe que yo ya no sería yo nunca más, sino suya. Mi vida dejó de girar en torno a mí para girar en torno a ella. Ojalá pudiese ralentizar el tiempo para evitar que se me escapase de esta forma tan aterradora.

Pero a pesar de mi pena porque ya apenas quedan huellas de mi bebé, hoy quería compartir el cumple de la peque. Los que leéis mi blog sabéis que salvo su primer cumple, los demás han sido temáticos. Nunca había hecho nada así antes de que ella naciera y eso que me gustaban, pero era demasiado trabajo. Ahora ya no me importa, me motiva ver su carita de felicidad y eso merece cualquier esfuerzo.

El segundo cumpleaños fue de animales y lo hice todo a mano. Podéis verlo aquí
El tercer cumpleaños fue de Peppa Pig en el Circo. Podeís verlo aquí
Y el cuarto cumpleaños ha sido, como no, de la temática que ha vuelto loca a todas las niñas... FROZEN.

Para convertir nustro salón en el palacio congelado de Elsa colgué por el techo del salón copos de nieve de goma eva azul con purpurina. Recorté cartulina blanca en forma de nieve acumulada y la puse por todos los muebles y estanterías.


Y las mesas con comida iban acordes con la temática también. Para crear el efecto de frío coloqué manteles de color blanco y rellené los huecos con confeti blanco también para crear la sensación de que había nevado.

Todos los toppers, etiquetas y cartelería la encargué a www.miverdeolivia.com. Los vasos eran lisos y me mandaron las pegatinas.




Han sido muchas horas de trabajo pero los niños disfrutaron muchísimo y ha merecido la pena. Espero que os haya gustado.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Calendario de adviento DIY

Este año no pensaba hacer ningún calendario de adviento porque no tengo tiempo ni de rascarme, no quería gastar dinero y no tenía ganas de hacerlo. Pensaba comprar uno de los de los supermercados que traen chocolatinas.
Pero ayer fui por primera vez a una tienda Tiger, compré un bloc de hojas de colores y unas pinzas navideñas numeradas...y me entraron ganas de hacer el calendario.
Lo que más me gusta de este calendario es lo barato y fácil que es realizarlo, con materiales que todos tenemos en casa, sin necesidad de gastarse un dineral.  Lo único que quizás no tenemos son las pinzas pero sirven hasta las de la ropa si las decoramos un poco.

Materiales:
Tijeras
Cordel
Cartulina
Papel estampado
Washitape

Forma de hacerlo:
Cogemos pequeños regalitos y/o chocolatinas y las envolvemos de forma distinta. Yo he repetido algunos tipos de envoltorios y en el caso de los árboles he colocado las bolas de chocolate a la vista.
Para hacer las estrellas o los corazones lo único que hice fue poner dos trozos juntos para recortar las dos partes del paquete a la vez. No los dibujé primero y fui recortando directamente porque me gusta que queden con formas asimétricas y todas distintas.
Espero que os haya gustado y que os animéis a hacerlo. Me encantaría ver después el resultado ;)

viernes, 7 de noviembre de 2014

Mensajes bonitos en los huevos Kinder

Durante el mes de abril contactaron conmigo de Kinder para darnos a conocer la campaña Actívate. Nos invitaban a realizar una actividad y nos lo pasamos genial.
Y esta semana, sin esperarlo, nos mandaron una caja de regalo con unos huevos Kinder muy divertidos porque, además del chocolate y del regalo, traen unas frases muy bonitas para que sean regalos con mensaje :)


Estamos encantadas, sobre todo Blanca, pero yo también porque me encanta el chocolate.

martes, 28 de octubre de 2014

Tú, que eres madre o padre.

Tengo el blog abandonado. Me he metido en tantas cosas a la vez que no doy más de sí y, para no variar, al final de la lista siempre quedan relegados mis momentos y esas cosas que sólo hago para mí.

Pero hoy quería escribir de algo muy importante y, antes de meterme en la cocina a hacer cenas y comidas, he querido sacar algo de tiempo para escribir desde el móvil este post.

Hace algunos meses leí la historia de Beatriz,  una peque preciosa y simpática,  que aunque no lo está pasando demasiado bien, os aseguro siempre tiene una sonrisa para regalar a los demás. Tiene una enfermedad degenerativa y necesita la ayuda de todos, ahora más que nunca. Vi que había un grupo de Teaming para colaborar con ella con sólo un euro al mes y comencé a participar sin dudarlo. Pensé que al ser una cantidad tan pequeña el grupo enseguida alcanzaría una gran magnitud pero hoy he visto que sólo 110 personas colaboran con ese grupo :(

Sé que estamos en un momento de crisis terrible pero si de verdad podéis prescindir de un euro (sólo un euro) al mes, os animo a participar y a ayudar a esta pequeña. El grupo es éste: https://www.teaming.net/yoayudotucausabeatriz

Además podéis acceder a la página de Facebook "Yo ayudo a tu causa Beatriz" en la que podéis seguir los pasos de Beatriz y su familia, en su lucha,  en su día a día,  siempre con la más bonita de las sonrisas.

Tú,  que eres madre. Tú,  que eres padre. Tú,  que eres tía o tío. Todos sabemos que la salud es lo más importante,  sobre todo cuando se trata de niños. Por favor, apoyad a Beatriz. Llenemos entre todos ese grupo de Teaming, porque uno sólo es una gota pero juntos somos una marea.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Frases célebres de la peque



Cuando yo era muy pequeña,  tal vez de la edad de Blanca, mi madre pasó mucha vergüenza conmigo porque al cruzarnos con un hombre enano dije gritando: "Mira mamá,  el enanito saltarín" (que era un cuento que me contaba mi abuelo)
Ahora,  la que a veces se encuentra en situaciones comprometidas por la inocente sinceridad de una niña, soy yo. Desde ponerse a decir delante de alguien que qué raro habla hasta tirarse unos pedos tremendos delante de cualquiera (en la consulta de un médico,  en casa de alguien...)
Me parece pequeña para explicarle algunas normas sociales y las adapto como puedo. Además,  me lo paso bomba con sus ocurrencias y, con la risa que me suelen dar sus ideas y explicaciones, no hay lugar para nada más. Además de esas situaciones, la mayoría de los días me hacen gracia sus razonamientos. Lo peor de todo es que tienen su lógica.
Sobre graffitis
Íbamos por la calle, vió una pared pintada con una cruz gamada y dijo: "Mira mamá. Han pintado un molinillo de viento y se les ha olvidado dibujar el palito. Creo que deberíamos pintarlo nosotras"
Sobre temas escatológicos
Blanca: "¿Hueles algo mami?"
Mamá: "Uf. Sí. ¿Te has tirado un pedete?
Blanca: "Ha sido Charlie"
Mamá: "Pero si estamos en casa de la abuela y él está en casa"
Blanca: "Es que huele mucho y ha llegado hasta aquí"
Sobre belleza
"Mira, tengo un granito en el brazo igual que los que te salen a ti en la cara mamá" (si es una picadura de mosquito,  snif...)
Blanca: "Hazme una trenza detrás como la de Elsa"
Mamá: "Es que con el pelo tan corto no sé"
Blanca: "Pues invéntatela"
Sobre lo mayor que es
"Papá es un hombre y nosotras somos ya dos murjecitas... ¿Verdad que sí?" (De casi la misma edad)
"Vamos a jugar a que este muñeco es mi hermanito, que tiene 2 meses, y que yo soy su hermana mayor, que tengo miles de años" (Sí,  los muñecos son sus hermanos y ella es Matusalén)
Sobre amores
Blanca: "¡Papá, te quiero muchísimo!"
Papá: "No me digas"
Blanca: "Vale, no te lo diré"
Blanca: "Mamá,  hoy me he casado con Alejandro"
Mamá: "¿Y cómo se casa uno?" (Sí,  tenía miedo!)
Blanca: "Pues de la mano, delante de uno"
"Mamá,  si le das un beso a papá en la boca te va a pegar todos los virus"

domingo, 28 de septiembre de 2014

Los premios no funcionan


Desde que comencé mi andadura como madre y empezaron mis primeras lecturas sobre crianza adopté con mucho ímpetu la idea de que los castigos y los premios no me gustaban. Tenía muy claro que castigar a un niño no servía para nada que no fuese humillarle y hacerle sentirse mal. Sabía que no aprendería nada productivo de un castigo, pero no me había quedado tan claro el tema de los premios. Comprendía que enseñar a base de premios no llevaba a que el niño acabase haciendo las cosas porque quería hacerlas o porque entendiese el motivo por el que las hacía, sino sólo motivado por el logro de una gratificación.

¿Pero era tan malo premiar algunos comportamientos?
¿Y era evitable? Un simple gesto de mi cara ya podía premiar a mi hija ante una acción suya (una sonrisa, cara de asombro...)

Quizás por no tenerlo tan claro, llegó la situación en la que no se me ocurrió otra cosa que recurrir a los premios. Blanca comenzó a aguantar el pipí 6 y 7 horas. Siempre tenía algo más interesante que hacer. Nunca quería dejar de hacer lo que estuviese haciendo para hacer pipí. No se lo hace encima pero aguanta hasta que ya no puede más y entonces,  después de mil horas, ya lo hace. Probé a estar encima de ella y se enfadaba,  probé a no decirle nada y aguantaba lo indecible,  le expliqué que aguantar la orina no era bueno y que podía enfermar, y me quedé sin recursos. Nada funcionaba.

Cuando comenzó el colegio no hacía pipí hasta que volvía a casa y yo le pedía que fuese al cuarto de baño. Mi impotencia iba en aumento.  ¿Qué sucedería cuando en octubre comience a ir hasta las 17:00 dos días en semana? ¿Aguantaría 9 horas? Me angustiaba tanto la idea que hice una tabla para premiar que hiciese pipí sin que nadie se lo pidiera.

La primera semana fue bien, la segunda fue genial y la tercera...pasa de gomets,  de premios y otra vez ha dejado de pedir hacer pipí. Me ha quedado muy claro que no hay nada que yo como madre sea capaz de hacer para que ella no aguante tanto tiempo. Quizás sea ella sola la que deba comprender, espero que no a base de coger infecciones de orina, que debe ir al baño sin aguantar tanto tiempo. Pero lo que más claro me ha quedado es que los premios no funcionan. Quizás sí de forma temporal, pero no a largo plazo. Al menos he sacado algo positivo de esta experiencia y lo he "comprobado de forma empírica". Quizás hasta que ella no lo compruebe también no lo aprenda :(

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Borregos

Hace un par de fines de semana pasábamos un rato en un centro comercial de Granada, huyendo del calor, mientras Blanca dormía en su carro. Habíamos ido a pasar unos días. La pobre se sale por todas partes y ya apenas lo usamos, pero en ese viaje, sabíamos que se cansaría y que no podría descansar si no llevábamos el carrito. Imaginad a una niña de casi cuatro años que usa ropa de seis años, la pobre no cabe.


Nos cruzamos con un matrimonio con dos hijos pequeños (calculo que de unos 6 y 8 años) y el más pequeño de ellos le preguntó a la madre extrañado que por qué iba una niña tan mayor en un carrito. Hasta ahí todo normal, pero la señora, mirando a Blanca con mala cara, contestó algo que me dejó bastante indignada...
"No lo sé. Yo estoy tan asombrada como tú"

Pude contestarle (sin necesidad de elevar la voz, porque estaba a su lado) que mi hija era pequeña,  que sentía que sus hijos fuesen tan bajitos y ella tan maleducada, que estábamos de vacaciones y se cansaba...pero no dije nada. Realmente no me importa lo que piense esa mujer, me preocupa lo que pueda oír mi hija y ella estaba dormida.

Cada vez más estoy convencida de que no vivo en una sociedad que me guste. Mientras más tiempo pasa doy menos cosas por hecho, me molesta más la mala educación y me importa menos lo que piense la gente de mí. Supongo que los años hacen que los valores vayan evolucionando y eso, lejos de darme vértigo,  me hace sentirme libre. En resumen, cada vez hago más lo que me parece, aunque no se acerque ni de lejos a lo que los demás esperan.

Por eso, cuando analizo mis frustraciones cuando la peque no me hace caso, me parece irónico. No quiero que haga lo que quiera pero tampoco que sea una persona que no se cuestione las cosas. Me parece que tiene que aprender a desarrollar un sentido crítico, a cuestionarse todo lo que lee y oye,...pero también deseo que aprenda a empatizar, a respetar a los demás.  Hay una fina línea y, al menos en mi caso, tengo que trabajar muchísimo para no transgredir los límites entre inculcar e imponer.

No quiero que ella piense que a cierta edad o con cierto tamaño no se puede ir en carrito, que crea que puede criticar a alguien por lo que hace, que se crea con derecho a juzgar a las personas...no quiero que se convierta en una borrego maleducada como la que vimos en un centro comercial.
En mi intento por aprender a ser una guía más que a imponer, tengo muy claro que intentaré transmitirle una máxima que me acompaña en mi vida: "No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti mismo"

viernes, 29 de agosto de 2014

Limonada de Tita Angelita

Estas vacaciones no han sido muy relajadas. Primero mi pareja no paraba de trabajar y después  Blanca se cayó y se destrozó la barbilla.  La pobre se pasó tres semanas sin poder bañarse en piscinas, sin que la dejase saltar, sin ir a columpios... pero eso es otra historia.
Para mantenerla entretenida con este calor sofocante de Sevilla y encerradas en casa tuve que recurrir a todo tipo de estratagemas.

Hemos hecho manualidades, disfraces,  teatros y, lo mejor de todo,  recetas. Hoy deseo compartir la receta de limonada de la tía de mi padre. Tita Angelita era una gran persona, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Cuando había reuniones familiares hacía unas migas deliciosas y una limonada casera que nunca sobraba. Me acuerdo a menudo de ella.

Blanca había hecho limonada en el cole y este verano, aprovechando una de esas tardes de encierro forzoso, hicimos la nuestra usando la receta de Angelita. Sólo introduje como variación unas fresas para darle color rosa al zumo y para que Blanca viese el cambio del color.


No puedo deciros la cantidad exacta de agua porque al igual que el azúcar es cuestión de ir probando.  Eso sí,  con 4 o 5 limones sale muchísima limonada. En función de su tamaño pueden salir tres o cuatro litros. Lo mejor es beberla muy fresquita o hacerla picando hielo, que parece granizado de limón. 

Primero se lavan muy bien los limones. Se rayan para quitar la parte amarilla de la cáscara y se reserva. Se pelan y se les quita muy bien la parte blanca de la piel ya que amarga. Se deshuesan los limones y se pican bien con la rayadura, el agua y el azúcar. Después se va añadiendo agua y azúcar al gusto. Espero que la disfrutéis :)



lunes, 14 de julio de 2014

Cerrado por vacaciones

Esta semana por fin nos vamos unos días de vacaciones. Ansío un cambio de aires,  que Blanca disfrute,  que mi pareja descanse y todo un imposible...que mis piernas cojan algo de color.
¡Feliz verano y nos vemos a la vuelta!

martes, 8 de julio de 2014

Esos monstruos de mi casa

Podría decir que la peque últimamente saca lo peor de ella y de mí pero eso sería mentir. La realidad es que las dos estamos sacando estas vacaciones lo mejor y lo peor de ambas, probablemente sin ayuda. Ella se enfada, se agita,  se enfurece y me acaba pegando, probablemente porque se aburre, porque no le dedico toda la atención que necesita y porque no conoce otra forma de hacérmelo saber.

¿Por qué me pegas Blanca?
No lo sé mamá.

Y yo deambulo por la casa culpable,  incapaz de enseñarle lo horrible que es pegar a alguien, enfadada con las dos, desbordando el mismo mal genio por el que a ella la culpo. Estoy agotada. Ambas lo estamos. Nos hemos convertido en los monstruos de esta casa, que necesitan tiempo y espacio para volver a dejar salir nuestro inmenso amor mutuo.

Ojalá el tiempo en la playa, un cambio de aires, salir de esta rutina de incomprensión...consiga que las aguas vuelvan a su cauce. Mientras ese momento llega, intentaré que las dos fierecillas de esta casa aprendan a convivir con esta nueva situación.

lunes, 23 de junio de 2014

¿Castigo o consecuencias naturales?

Llevo varias semanas dándoles vueltas al asunto de los castigos y de las consecuencias naturales. He llegado a pensar que existe una línea divisoria tan sutil que a veces es imperceptible. Cuando comencé a profundizar en la crianza con apego, en la pedagogía blanca y en otros estilos de educación alternativos nunca me planteé la dificultad para llevarlos a cabo.

De tantas lecturas lo primero que descubrí era que no me gustaban los castigos. Comprendí todas las pegas y los efectos que tienen los castigos en los niños, como que sancionan pero no educan. Un ejemplo de castigo que no enseña nada al niño es la famosa silla de pensar de ahora (el rincón de mi infancia). Ya me dirás las reflexiones que hace un peque cuando le marginan, le excluyen, le humillan y le obligan a permanecer inmóvil mirando a los demás. No creo que aprenda cosas muy positivas de esa experiencia.

Como alternativa, la mejor manera de aprender eran las consecuencias naturales porque todas nuestras acciones tienen unos efectos en los demás, en nuestro entorno, en nosotros mismos, que a veces no son las que deseamos. Un ejemplo de consecuencia natural es por ejemplo cuando un niño no estudia para un exámen y lo suspende. Éste es el típico ejemplo de libro de crianza pero...¿Qué ocurre cuando tu hijo es pequeño?

Yo personalmente, cuando Blanca era más pequeña, me servía de los tres pasos del libro de Rosa Jové sobre crianza para intentar razonar con ella. Primero empatizaba para conectar con sus sentimientos, segundo le explicaba cuando ya estaba receptiva y tercero le daba una alternativa válida para las dos. Por ejemplo, si no quería volver a casa desde el parque... "Sé que te lo estás pasando muy bien y que te apetece quedarte más rato, pero empieza a oscurecer y hace mucho frío, si quieres mañana venimos un poco antes para estar más tiempo jugando". Hasta hace muy poco, no pensaba ni en consecuencias ni premios ni nada porque todo era mucho más sencillo.

¿Dónde comienzan las dificultades?
Cuando empieza a pegar. Es algo que comenzó hace un par de meses, primero de forma leve y ahora de forma recurrente. Cada vez que le digo algo que no le gusta me pega un puñetazo (no lo hace con la mano abierta, sino con el puño cerrado) y no una vez, sino varias. Esta tarde ha sido de las peores. Me ha pegado cuando le dije que íbamos a dormir la siesta las dos porque añoche se había acostado muy tarde (no paraba de llorar por todo y realmente necesitaba dormir), cuando llegó la hora del baño, cuando llegó el momento de acostarse...
Mañana está de vacaciones por fin y no tenía prisa en que hiciese ninguna de esas cosas pero entiendo que debe pedirlas bien o al menos sin pegarme. Después de llevarme semanas explicándole que yo no le pego, que no está bien hacer daño a los demás y que no es una forma de arreglar las cosas, al no surtir efecto y agravarse el problema, he intentado "usar las consecuencias naturales"
Pero si son naturales en teoría yo no intervengo... ¿No? Pues hoy, después de varios puñetazos, me ha preguntado que si le leía cuentos como todas las noches y le he contestado que no me apetecía, que estaba muy triste porque me había pegado y que no tenía ganas de leer cuentos. Se ha puesto a llorar, la he abrazado, besado, consolado...pero no le he leído cuentos. Se me ha partido el alma pero de verdad que no me apetecía ese momento que tanto me gusta, que es nuestra rutina para dormir.

Me parece que si pega a los niños de su clase una consecuencia natural será que no quieran jugar con ella. Pero ¿Y yo? Yo la querré siempre, haga lo que haga. ¿Es una consecuencia natural, una consecuencia lógica o un castigo? Hay una línea tan fina y difusa que no puedo ver con certeza cual es la respuesta correcta.
Pensaba que si en casa no pegábamos a nuestra hija ella no sería violenta. Tengo rotos los esquemas y lo peor de todo es que no sé cómo actuar de forma que deje de pegar y sin recurrir a unas consecuencias que, o no las estoy aplicando bien o es que tampoco me gustan tanto.
¿Alguien sabe cuál es la forma adecuada?

domingo, 8 de junio de 2014

Nueva charla de Carlos González

Hace ya dos años que mi idolatrado Carlos González vino a Tomares y pude verlo por primera vez. Tenía la emoción de quien va a conocer a un ídolo de la adolescencia pero no era para menos porque, como ya narré entonces en esta entrada, él había cambiado mi vida como madre y la de mi hija. Había dado nombre a lo que me ocurría, había explicado de forma racional lo que sentía y me había facilitado las herramientas necesarias para que pudiese defender con uñas y dientes mi manera de vivir mi reciente maternidad. No estaba loca, ni sola, y nadie iba a lograr que hiciese las cosas de forma distinta a la que me salía de tan adentro.
Como era de esperar la charla me encantó pero me quedé con un par de espinitas clavadas al no poder conocerlo y al no llevarme los libros para que me los pudiera firmar. Hice un resumen bastante completo de lo que nos contó en esta otra entrada.

Esta vez las cosas tenían que ser diferentes. Blanca iba a quedarse un rato con su padre para que no se aburriera allí y para que yo pudiese prestar toda mi atención. Quedé con Carmen y me hacía muchísima ilusión ir con ella. En la charla anterior apenas nos acabábamos de conocer pero quedamos para ir juntas. Y ahora, con lo que habíamos pasado desde entonces, con lo mucho que la quiero, no podía imaginar mejor acompañante.

Íbamos a llegar temprano y a coger sitio en primerísima fila. Iba a llevarme los libros para que me los firmara, iba a decirle que había cambiado mi maternidad, iba a... ¡¡Irme otra vez con la sensación de decepción!! Porque me acerqué en seguida a él, antes de que comenzase la charla, antes de que se agolpase la gente, tan dispuesta, tan firme, me puse delante de él y casi no pude articular palabra. Le puse los libros sobre la mesa y cuando me miró me quedé...¡¡CALLADA!! Vamos, que hasta me tuvo que preguntar que a nombre de quién los dedicaba. Ni le dije lo que quería decirle ni él dio pie a poder decirle nada más después de devolverme muy amablemente mis ejemplares debidamente firmados. Pero yo no me rindo nunca, así que al terminar la charla me compré el libro que me faltaba decidida a ponerme de nuevo en la cola...hasta que vi la inmensa cola y me fui a casa, a ejercer mi maternidad reforzada de apego por la charla. No os preocupéis, no habrá dos sin tres y a la tercera va la vencida ;)

De todas formas debo decir que pensaba que la charla tendría más que ver con su nuevo libro y que iría también orientada a niños pequeños, además de a los bebés. Pero el contenido fue exactamente el mismo que el de hace dos años en Tomares, así que si os lo habéis perdido sólo tenéis que leer el resumen que hice en aquella ocasión. Ojalá podamos tenerle de vuelta pronto en Sevilla, eso sí, para hablar de la continuidad de la crianza del apego en niños más mayorcitos. Cuando empiezan a pegarte, a decirte que eres tonta y tú tienes que empatizar, mantener la calma, recordar que les quieres y no pegarte chocazos con la pared para desmayarte y así salir fácilmente de la situación.

jueves, 5 de junio de 2014

De etiquetas y otros demonios


Siempre he sido muy honesta conmigo misma y he intentado serlo con los demás. Siempre he defendido las causas que he creído justas y nunca me he guardado una opinión porque no me conveniera decir lo que pensaba. Así soy yo, inconformista, cabezota, impaciente... pero con buen corazón. Sé de sobra como soy y me gusta.
Blanca es pequeña todavía y, aunque la conozco muy bien, me encanta pensar que realmente no sé como es. Desde pequeña ha tenido algunos rasgos muy definidos y muy característicos de su personalidad, como lo de no gustarle dar besos a los demás (con la excepción de sus padres, su perro y sus hermanos de juguete), como lo de necesitar su tiempo antes de hablar con personas que no conoce o como lo de negociarlo siempre todo. Pero no me gusta decir que por eso sea tímida, sea arisca o una negociante. Sería ponerle etiquetas.

viernes, 30 de mayo de 2014

El club de las madres raras (y padres)

A veces me he sentido un espécimen extraño de un documental de animales. Mis sensaciones, mis ideas, mis inquietudes, no suelen ser las mismas que las de la mayoría de mujeres que me rodean.
Ya cuando nació mi hija me convertí en un bicho raro. La amamanté siempre a demanda cuando la mayoría lo hacía por períodos y le di el pecho treinta y siete meses, cuando en mi entorno cercano nadie superaba los cinco o seis.
Durmió conmigo hasta pasados los dos años desoyendo consejos, cuando la mayoría de madres que conocía los sacaban de su habitación a los cuatro o cinco meses. No le di papillas e introduje los alimentos enteros...¿Pero qué barbaridad más bárbara era esa? ¡Por Dios y por la Virgen de los Dolores! ;)
Superadas esas "excentricidades" me acostumbré a ser la rarita y hasta me gustaba el punto desafiante que tenía el contestar los comentarios que emitían los demás. Pero gracias a las redes poco a poco fui descubriendo que no era la única madre loca, rara y que hacía las cosas de otra forma. Poco a poco hasta tuve amigas que eran todavía más raras y más locas que yo, y que me inspiraban para continuar aumentando mi mala fama :D

lunes, 19 de mayo de 2014

La adolescencia de la infancia

Siempre había oído hablar de los "terribles dos años" como la etapa de la infancia de un niño en la que más pataletas, rabietas y conflictos podía haber. Yo había leído que las dificultades verbales de los pequeños, y su todavía escasa capacidad para explicar las cosas, les hacía disgustarse muchísimo y eso originaba problemas de incomprensión por parte de los padres. Yo estaba preparada. ¡¡Iba a empatizar con ella!! Qué bonita es la teoría...¿verdad? Pero los dos años pasaron sin problemas, sin pataletas, sin apenas gritos ni rabietas y pensé que no había sido para tanto, hasta que llegaron los "HORRIBLES TRES AÑOS"


¿Dónde quedaron esas tardes tranquilas y divertidas de manualidades y juegos? ¿Cuándo volverán las mañanas en las que se levanta sin gritar y sin pegar? ¿Quién es esa pequeñaja díscola y qué ha hecho con mi hija?

lunes, 12 de mayo de 2014

Una de cumpleaños


Pues sí, una va teniendo ya una edad. No lo voy a esconder. El jueves de esta semana cumplo la friolera de TREINTA Y SEIS años, nada más y nada menos. Madre mía, como pasa el tiempo. Si hace nada me levanté una mañana y escuché a mi madre cantarme "Quince años tiene mi amor..." emulando al dúo dinámico. ¿Ya han pasado veinti...? Mejor no lo calculo, que me da un poco de vértigo.

El tiempo pasa demasiado deprisa y yo, que soy bastante inconsciente en muchas ocasiones, muy impulsiva casi siempre y que, sobre todo últimamente, paso de casi todo...en mi faceta como madre soy todo lo contrario. Mis inquietudes, mis inseguridades, mi sentido de responsabilidad para con mi hija, para intentar no ser una madre desastrosa todo el tiempo, hacen que me pare, reflexione y llegue a muchas conclusiones, como la de que...

¡¡¡Mi hija tiene una madre mayor!!!

¡Pero si mi edad mental es de diez años menos! (Por lo menos)
¡Pero si cuando me quedé embarazada a los 31 mi ginecólogo dijo era una edad estupenda para tener hijos! (Y él es DOCTOR, sabe de esto)
¡Pero si juego con ella a hacer castillos y muñecos en la arena, a pintar, a saltar...y a todo lo que haga falta! (Y llevo en brazos continuamente sus 20 kilitos de peso)

jueves, 1 de mayo de 2014

Hija única

Una muy buena amiga mía siempre me decía que tenía la vida muy planificada y tenía razón. Con cierta edad me casaría, con tal edad tendría los hijos para no ser una madre muy mayor, y hasta tenía calculada la edad a la que debía comenzar a cotizar para asegurarme una buena jubilación. El devenir de los años, un despido embarazada en plena crisis y otros altibajos, me fueron descubriendo una realidad bien distinta, que aunque bastante alejada de mi plan inicial, ha acabado por demostrarme que el albedrío también puede hacerte muy feliz.

Ahora ya no planifico a largo plazo y he aprendido a resignarme con lo que viene. No lo entendáis como algo negativo, sino más bien como una rápida aceptación de lo que sucede y no se puede cambiar. Puede ser visto como una rendición ante lo que ocurre pero yo prefiero pensar que es el mejor camino para la felicidad.

Y en esas estoy ahora, resignándome con que mi hija va a ser hija única. Era una de esas cosas sobre las que tenía certeza absoluta que no pasarían. Yo fui hija única muchos años y no quería eso para Blanca. Tuve muchas cosas buenas que nunca habría tenido probablemente de haber tenido hermanos y no me refiero a cosas materiales, sino al tiempo. Mi madre me dedicó mucho tiempo, para jugar, para hacer manualidades, para ir en bici al parque, para dejarme dormir con ella. Tuve una relación en la infancia con ella muy distinta a la que después tuvieron mis hermanas cuando eran pequeñas.

¿Y por qué desear un hermano para mi hija si a mí no me fue tan mal?
Pues porque siempre he pensado que los hermanos tienen unas vivencias juntos, sienten un amor tan grande, disfrutan tanto unos de otros cuando son pequeños...que es algo que quería que mis hijos tuvieran.

Mi pareja dice que yo tengo idealizado lo que es tener hermanos de la misma edad, que obvio las peleas, las rivalidades, los favoritismos y que a veces de mayores pueden ser o no amigos.

De cualquier forma, y en mi nueva línea de ser feliz a toda costa, he asumido que Blanca será hija única. Me hubiese mucho gustado darle un hermano pero no creo que su felicidad vaya a depender de ello. Mi amiga La Gallina Pintadita (Carmen) dice que nadie echa de menos lo que nunca ha tenido y, aunque no siempre ocurre, espero que sí sea el caso de Blanca. Mi prioridad en la vida es que crezca feliz y sus padres harán siempre todo lo posible para nunca se sienta sola por no tener hermanos.

sábado, 12 de abril de 2014

Crónicas de un destete

Llevo algunos meses eludiendo escribir esta entrada. No me apetecía hablar sobre ello, quizás porque me sentía culpable y no deseaba ahondar más en ese malestar que tenía en lo más profundo. Pero tal vez sólo necesitaba tiempo para asimilar todo lo sucedido. Después de todo habían sido 37 meses de una lactancia que había nacido junto a mi maternidad y ahora ésta estaba más vacía sin ella. Ahora, con más distancia veo las cosas con mayor perspectiva.

Siempre tuve claro que amamantaría a mi hija. Incluso cuando me dolían los pezones a rabiar en las primeras semanas, incluso cuando eso suponía tener un bebé veinticuatro horas pegado a mí, incluso cuando le salieron los dientes y me mordió en alguna ocasión. No soy masoquista ni tampoco una heroína, no os dejéis engañar. Mirarla y su contacto mientras mamaba eran la mejor medicina para los dolores, perlas de leche y los días en pijama. A veces notaba su pequeña manita acariciándome la espalda con sólo semanas de vida y eso pagaba con creces cualquier otro inconveniente. Y en realidad no es que molestase estar todo el día con ella en brazos, me molestaba muchísimo más que alguna visita me la arrancara temporalmente de las manos. De hecho a veces me negué a que la cogiera alguien a pesar de las críticas. Era mi alma, mi amor, mi tesoro y yo entonces era una mujer locamente enamorada cuyo tiempo se detenía porque era correspondida. Así que jamás dudé de que, a pesar de todo, mi lactancia triunfaría.

Poco a poco las cosas se fueron normalizando. Con el tiempo y con la alimentación complementaria comenzó el proceso de destete de forma natural. El primer año era más leche que comida. El segundo, con las mil tomas nocturnas que hacía, la cosa estaba bastante equilibrada. El tercero la leche fue quedando relegada a los momentos de llanto o de sueño. Ya no mamaba por las noches porque le expliqué que era mejor descansar, sólo lo hacía antes de dormir. Y al final, cuando ya sólo hacía una toma, me decía que no salía leche.

A lo largo de todos los meses comprendí que no deseaba otra que ella fuese la que se destetase sola. Pero en las vacaciones de Navidad un par de noches se durmió sin su tetita y me do cuenta de que ya no la necesitaba. Entonces decidí yo dar el primer paso. No sufrió, asumió con normalidad que cuando me pedía tetita le dijese que estaba vacía. Realmente lo estaba. Durante mucho tiempo me sentí culpable y echaba muchísimo de menos aquellos momentos que eran sólo nuestros. Ahora creo que sólo comprendí que ya había terminado nuestro momento y que ya era sólo cuestión de días o semanas. Era el primer paso para una independencia cada vez mayor que día tras día hace más mella en mi corazón. Se va haciendo mayor y el destete fue sólo otro paso.

A pesar de la melancolía y de la morriña, tengo el consuelo de que nuestra lactancia fue sólo nuestra, sin intervenciones del exterior, duró lo que quisimos, y serán unos momentos que atesoraré en la memoria el resto de mi vida.

miércoles, 2 de abril de 2014

Actívate!!!

Hace unas semanas recibí un correo electrónico de Kinder Chocolate, donde me proponían que participase en una campaña que están promocionando "Actívate con Kinder Chocolate"
Nunca había colaborado con ninguna marca porque mi blog es sólo un blog personal, sobre mi vida como madre, y nunca me había parecido oportuno. Esta vez sin embargo cambié de opinión, porque la campaña me gustaba y me apetecía participar con Blanca.

Sólo con comprar un paquete de Kinder Chocolate ya tienes acceso a una actividad extraescolar gratis para tus hijos, y puedes elegir entre muchísimas :D
Entras en la página web www.activateconkinderchocolate.es y tienes una enorme lista de actividades deportivas, artísticas, deportivas, etc.

Me mandaron unas muestras que tuve que ir dosificando a la peque (porque quería comérselas de dos en dos), aunque reconozco que los padres también caímos en la tentación porque está bastante bueno. Después elegimos una actividad que nos gustara. Al final nos decantamos por una clase de iniciación a la música, porque arte dan en el cole y hacemos muchas cositas en casa de manualidades, pero no sabía si le gustaría una clase de música.


Realizamos la actividad en Musiescuela, en Sevilla. Y la verdad es que fue toda una experiencia y un descubrimiento para Blanca. Se lo pasó taaaaan bien, que ya me está preguntando que si vamos a volver. Me ha servido para descubrir que sí le gusta la música antes de embarcarme en unas clases que a lo mejor no le interesaban :D

Cuando salimos, estuvo todo el camino bailando y cantando...


sábado, 22 de marzo de 2014

En contra de mis principios

Nunca se puede decir "De este agua no beberé" porque al final te acabas bebiendo dos cubos completos. Siempre había visto con horror esos sitios en los grandes centros comerciales donde dejas a tus hijos mientras compras. Eso era cosa de "padres relajados" que no ven el peligro, porque dejas a tus hijos en manos de gente que no conoces y no sabes cómo les van a tratar. ¿Y si les tratan mal? ¿Y si se lo lleva alguien? ¿Y si tienen un accidente por falta de control? "Yo jamás dejaría a mis hijos en un sitio así..."

Blanca, cuando los veía desde fuera, siempre quería entrar a jugar con el resto de niños y yo siempre le explicaba que era para niños más mayores. Pero claro, ha crecido y ya piensa por sí misma, se cuestiona las cosas y hace una semana se dio cuenta de que había niños más pequeños que ella dentro de una de esas ludotecas. Entonces le expliqué que no podía estar dentro con ella y que me asustaba la idea de que le pasara algo.
"¡Pero yo quiero entrar a jugar con todos los amiguitos!"- decía con cara de pena...

Al final entre su padre y ella me convencieron. Íbamos a coger muebles del almacén de IKEA, que era muy aburrido para ella, y accedí. Ella entró feliz y yo me quedé llorando (sí, porque no sé si me dio mas miedo dejarla allí sola o la facilidad con la que se alejo de mí, sin decirme ni adiós, sin despedirse apenas)

Le dije a mi pareja que me sentía muy mal porque dejarla allí iba en contra de mis principios y él me contestó "Lo sé, pero no va en contra de los suyos", y tenía razón.
Ya no es el bebé que depende de mí para todo o que desea conocer mi opinión para formar la suya. Ahora le gusta tomar sus propias decisiones, y dentro de unos límites de seguridad y de respeto, creo que yo debo aprender a dejarle decidir. He pensado que a medida que crezca necesitará cada vez más libertad para aprender, equivocarse y elegir lo que realmente quiere.

Ahora lo que me preocupa es la línea entre lo que es admisible o tolerable, y lo que no...pero eso es algo que tendré que descubrir.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Shhh! Estoy soñando... no me despiertes

Estoy perdida, desconectada de todo y de todos. Estas últimas semanas están siendo muy intensas y no consigo ni sacar un ratito para pasear por mis blogs favoritos ni para escribir aquí. Ahora mismo escribo desde el móvil mientras Blanca merienda cereales delante de los dibujos (Vale! Soy una mala madre que enchufa a su hija a la tele para sacar quince minutos y escribir en su blog)

¡Pero es que la ocasión lo merece! Estas semanas no paro por dos razones, una es que Blanca está más rebelde de lo habitual y me exige mucho más tiempo y dedicación. Pero el otro motivo, y el causante de que me sienta motivada y muuuuy ilusionada, es que estoy ilustrando mi primer cuento :D (sonrisa de oreja a oreja)

Pilar Redondo, una de las mejores cuenta cuentos que hay, escribió un cuento maravilloso y me pidió que lo ilustrara yo. Es el proyecto más bonito y apasionante en el que me he embarcado jamás (sin contar la maternidad por supuesto!) y estoy muy feliz. El cuento me ocupa todo el tiempo libre que tengo y Blanca el resto. Pero todo el trabajo y todas las horas merecen la pena.
Está siendo un placer trabajar con Pilar y estoy muy agradecida de que haya confiado en mí para su cuento.
Pronto os contaré más detalles y os enseñaré algunas imágenes.

Éste es sin duda mi primer gran proyecto desde que dejé de trabajar como aparejadora y me convertí en madre. Había llegado a olvidar que había vida más allá de la maternidad y desconocía que un trabajo puede  gustarte tanto que no te importa pasarte las horas haciéndolo.

Y ahora voy a intentar desenchufar a la peque de la tele, que me va a costar...pero eso es ya otra historia ;)

jueves, 6 de marzo de 2014

Su primera ópera

Esta semana fui con Blanca a una adaptación de El Barbero de Sevilla para niños porque unas madres de compañeros de colegio nos invitaron a ir con ellas. La peque está acostumbrada a acudir con bastante asiduidad a obras de teatro y a espectáculos infantiles porque nosotros procuramos llevarla bastante, pero además en su colegio hacen una o dos visitas al mes a eventos de este tipo. 

A pesar de eso me asustaba un poco la idea de ir con una niña de tres años a la ópera (yo me salí una vez de una ópera francesa) y decidí que si se aburría no la obligaría a quedarse.


Cuando empezó la obra y comenzaron a cantar, como nunca había oído a nadie cantar ópera, lo primero que me dijo fue "¡¡Qué mal cantan!!" y estaba extrañadísima con esa forma de cantar.
Al principio no se enteraba muy bien de la historia y yo le fui explicando un poco el argumento. La segunda parte era más sencilla de entender y ya no hicieron falta muchas más explicaciones.
Cuando ya llevaba un rato la representación preguntó que cuando dejaban de cantar, porque como está acostumbrada a las obras de teatro, no podía comprender como nunca dejaban de cantar.

La verdad es que me sorprendió muchísimo lo bien que se adaptaron los peques a una obra de este tipo. Nunca deja de sorprenderme la capacidad de adaptación y de aprendizaje de los niños, y la sensibilidad que demuestran hacia el arte. El fin de semana pasado fuimos al Museo Thyssen de Málaga y también disfrutó mucho con los cuadros.

Creo que quizás esta adaptación de El Barbero de Sevilla era para niños algo más mayores pero ha sido una buena toma de contacto con la ópera. La vuelta a casa íbamos las dos emulando a los actores cantando "Fígaro, Fígaro, Fígaro..." y ya no le parecía nada fea esa forma de cantar :)

jueves, 27 de febrero de 2014

Los médicos también se equivocan

Hace unas semanas una médico rehabilitadora le recetó a Blanca unas plantillas porque metía los pies al andar. Decía que estaba en el límite entre lo normal del desarrollo y lo patológico. ¿Si está en el límite por qué no esperar? Decía que podía provocar más adelante problemas en tobillos, rodillas y espalda. No estábamos muy convencidos del todo de su utilidad porque el padre de Blanca las usó de pequeño y sigue teniendo pies planos. Por eso decidí preguntarle a su pediatra, en la que confió plenamente, y nos dijo que la doctora que nos había mandado las plantillas era una gran profesional y que confiaba en su criterio.
Así que le encargué las plantillas, le compré el único par de zapatos que encontré apto para las mismas y se las pusimos una semana.

Mi pareja investigó en Internet y descubrió artículos de fuentes serias que demuestran que no sólo no sirven para nada sino que son contraproducentes. A pesar de eso yo quería encontrar una fuente fiable para mí. Esas lo eran, pero necesitaba una fuente conocida. Y como en la mayoría de la veces, al final fue un artículo de Armando de Bebés y Más el que me confirmó que debíamos dejar de ponerle las plantillas.

Os resumo todos nuestros descubrimientos:
- Desde el 2007 se sabe que el puente de los niños no se termina de desarrollar hasta los seis años y hasta esa edad no se sabe si va a tener o no pies planos. 

- Hay dos tipos de pies planos, rígido y flexible. El rígido no tiene solución sin operación porque es debido a una malformación de un hueso así que la plantilla no sirve de nada. El flexible (si tiras del dedo gordo del pie hacia atrás se forma puente) no necesita tratamiento salvo que genere dolor en los pies del niño.

- La musculatura de los pies se sigue desarrollando cuando son pequeños y necesitan andar descalzos a menudo y usar zapatos flexibles. De hecho un estudio en la India con niños descalzos y niños con zapatos abiertos verificó este dato, ya que los niños descalzos tenían el pie mejor desarrollado. Obviamente si le pones a un niño una plantilla necesita un zapato muy rígido y cerrado, lo que es contraproducente para sus pies al no desarrollar bien la musculatura del mismo.

- No hay absolutamente ningún estudio que relacione los pies planos con problemas de espalda. Incluso algunos estudios ya hablan de que el pie plano no es algo patológico, ya que afecta al veinte por ciento de la población.

Siento gran alivio por haber averiguado los problemas que plantea el uso de plantillas en niños pequeños y que Blanca no haya tenido que seguir usando unas plantillas que iban a causar más daño que otra cosa. A veces confiamos en los médicos sin poner en tela de juicio sus recomendaciones pero cada vez tengo más claro que siempre hay que indagar por otro lado.
Hay que discernir entre una fuente buena o mala porque en Internet hay muchísima información que no siempre es acertada.

Los médicos también se equivocan y me parece muy conveniente tener segundas opiniones :D

viernes, 21 de febrero de 2014

Horror en el supermercado


Ayer no podía hacer otra cosa más que acordarme de la famosa canción de Alaska y los Pegamoides. Y es que cuando llegamos al supermercado, Blanca se enfadó muchísimo por algo que todavía no he conseguido averiguar.

Ya en la puerta me dijo (sin que ocurriese nada bajo mi criterio de +32 años más que ella) que no quería estar conmigo, que quería estar siempre sola. Ni conmigo, ni con papá, ni con los abuelos. Como no quería entrar en la tienda le pregunté de broma que si prefería que buscase a otra persona en el supermercado que se quisiera quedar con ella y accedió a pasar.
Yo pensaba que al entrar, como le encanta ayudarme con las frutas y verduras, se le pasaría...pero no.

Ahí estaba ella, cual estatua, cada vez más enfadada y con el ceño más fruncido. Y cada vez que yo le proponía algo su respuesta era "No quiero" o "No quiero estar contigo".
Entonces empecé a intentar razonar con ella, explicándole que no se podía quedar ahí sola mientras yo iba a otra zona del supermercado, porque nos podíamos perder. Después pasé a las técnicas de "colabora conmigo" y "asesórame con que fruta compramos", pero tampoco funcionó. Todos mis recursos se iban agotando y los más adecuados acabaron dejando paso a los que procuro no usar...

miércoles, 19 de febrero de 2014

Ya tenemos ganadora

Ya tenemos ganadora. ¡¡Muchas felicidades!!
Nos pondremos en contacto contigo para que nos facilites la dirección y te podamos enviar el precioso bolso Luna Pitiqué.

Gracias a todas por participar :D


  • Inma Tercero

miércoles, 12 de febrero de 2014

Primer Sorteo

Cómo pasa el tiempo. En enero hizo tres años que empecé con este blog sin más pretensiones que el puro desahogo de una madre primeriza. Y hoy, por primera vez en todo este periplo, voy a celebrar un sorteo

Los que me seguís ya sabéis que desde hace muy poquito estoy haciendo garabatos para los demás. Las dos chicas de Luna Pitiqué han sido de las primeras en confiar en mí para que diseñara su logo y su blog. Hacen unos bolsos de forma artesanal preciosos. Me encantó poder colaborar con un proyecto que me gustó desde el principio, tanto por los diseños de los bolsos que realizan como porque cada uno de ellos es único y diferente a los demás. ¡Son bolsos exclusivos! Y hoy tengo el placer de sortear uno de ellos, que me parece precioso.


¿Qué tenéis que hacer para participar?

Pues para participar en el sorteo sólo tenéis que seguir los siguientes pasos antes del día 18 de Febrero a las 23:59.
  1. Haceros seguidores del blog de Luna Pitiqué AQUÍ o de su Facebook AQUÍ
  2. Haceros seguidores de mi blog
  3. Dejar un comentario en esta entrada indicando lo que os han parecido los bolsos de su web e indicando vuestro nombre y correo electrónico.
¡¡Muchísima suerte!!

jueves, 6 de febrero de 2014

Hoy me lanzo a la piscina

Últimamente he estado haciendo algunos trabajillos para terceros que me han mantenido bastante ocupada. Desde que tengo usó de razón me he pasado las horas dibujando. En el colegio, en el instituto, hasta en la Universidad (cuando debía estar cogiendo apuntes). Dibujaba cosas que me inventaba o me ponía a caricaturizar a mis compañeros. Cualquier momento servía para hacer un garabato, hasta mientras hablaba por teléfono. Ese hábito me sigue acompañando en la actualidad y las llamadas telefónicas me permiten hacer más trazos mientras más larga es la conversación.

Cuando era pequeña tenía claro que quería ser artista pero cuando fui creciendo mi lado más calculador decidió ser más pragmático. Estudiaría algo que me proporcionase un buen trabajo y ya estudiaría arte después. Ese "después" se convirtió en años y hasta hace muy poco no he podido apuntarme a unas clases de pintura que me hacen ser absolutamente feliz, aunque no sé cuanto durarán.

Estas últimas semanas he compatibilizado mis clases de pintura, con mi trabajo por las mañanas, con Blanca por las tardes...con mis encargos por las noches. Y aunque a veces me he sentido un poco cansada, dados los horarios, creo que nunca he disfrutado tanto realizando un ¿trabajo? No sé si es correcto llamar trabajo a algo con lo que disfrutas tanto.

Así que hoy he tomado la decisión de lanzarme a la piscina, con todo lo que me aterra. No es que me de miedo el agua, me da miedo una mala caída. Hoy he decidido ofrecer públicamente mis GARABATOS a los demás. Quiero hacer vuestros logos, vuestros carteles, vuestros retratos. Quiero pintar mis sueños y los vuestros. Me he dado cuenta de que no concibo la vida sin dibujar, es una parte intrínseca a mí, y por primera vez mi lado romántico ha vencido a mi parte más cerebral. En este momento no soy la que creo que debo ser, ni la madre de Blanca, ni la mujer de mi pareja. Sólo soy yo, siendo fiel a mí misma. Quizás no tenga éxito en mi objetivo pero al menos lo habré intentado :D

¿Te atreves a dejarme dibujar tus ideas?

http://garabatosdemarian.blogspot.com.es/



lunes, 27 de enero de 2014

DIY de lana

En mi lista de cosas pendientes tenía hacer un jersey para Blanca. Así que empecé en las vacaciones de navidad, pero a mi modo: Sin ayuda y sin preguntar. ¿El resultado? Pésimo!!!
El jersey ha quedado corto, ancho y amorfo. He puesto una foto para que se vea que digo la verdad. Jajaja!!! A lo mejor lo uso para hacer un bolso u otro objeto más extraño que el jersey (si es que se puede)
Mientras yo hago estos experimentos la pobre peque aguanta pruebas y posa con cara de situación en las fotos. Tiene una paciencia...



Lo positivo es que me di cuenta de que algo de ayuda necesitaba, así que para mi siguiente proyecto lanero me metí en YouTube, aprendí a hacer otro tipo de punto que se llama "del revés" y cogí inspiración para hacer un gorro de lana. Esta vez sí que estoy muy contenta con el resultado, salvo porque lo he hecho demasiado justo de tamaño...
Aquí os dejo la foto de mi último proyecto lanero. Creo que de momento voy a seguir haciendo gorros de lana porque son más rápidos de tejer y me gusta más el resultado ;)




También me gustaría hacer algún DIY donde Blanca pudiera participar. La voy a ir introduciendo poco a poco en mi mundo de handmade :D Ya os iré contando los resultados!

viernes, 17 de enero de 2014

Hablamos con Silvia, una madre de día

Ayer pasamos una mañana estupenda. Digo pasamos, porque fuimos Carmen y yo. Ambas queríamos conocer de primera mano cómo es la forma de trabajar de las madres de día y Silvia, a la que tengo la suerte de conocer porque nuestras hijas están en la misma clase del cole, nos abrió amablemente las puertas de su casa.

Silvia pertenece a la Asociación de Madres de Día de Sevilla, es psicóloga y le encanta su trabajo. Eso se ve perfectamente en el trato que tiene con los niños y en la relación de apego tan fuerte que han desarrollado con ella. Vive en una casa con un enorme jardín donde los niños pueden corretear y jugar a sus anchas.


¿Qué es exactamente una madre de día?

Una madre de día es una figura cuya función es cuidar de hasta un máximo de cuatro niños en su hogar, como si se tratara de sus propios hijos en realidad. Es una alternativa estupenda a las guarderías no sólo por el ratio sino porque se crea una pequeña familia donde el desarrollo afectivo y madurativo del niño se ve beneficiado. Los pequeños se encuentran en una casa como la suya, con pocos niños, sin agobios, en una entorno relajado donde poder desarrollarse sin prisas y con mucho cariño.
Ya había visto cómo quieren los niños a Silvia pero ayer pude ver en primera persona como, sin necesidad de someter a los pequeños a una rutina de estrictos horarios o de fichas, están mucho más estimulados.



lunes, 13 de enero de 2014

La Estresamami


Estas navidades vinieron a mi cabeza innumerables posts que deseaba escribir, pero debido a otros quehaceres siempre quedaban postergados y finalmente nunca se materializaron. Quise escribir un post sobre el destete de Blanca pero me costaba enfrentarme a plasmar todos mis sentimientos más íntimos y lo pospuse. Ahora me alegro, porque La mamá corchea lo ha escrito con mucha mejor maestría que con la que yo lo hubiese hecho.
También quise escribir una entrada sobre mi tan deseada Tableta de dibujo, que por fin me trajeron Los Reyes Magos. Éste dibujo es el último que he hecho con el ratón (Gracias!!!) La entrada que más ganas tuve de narrar fue la del estrés navideño, porque aunque gracias a Blanca ahora son fechas muchísimo más especiales, la familia te acaba estirando como un chicle para que estés allí o allá, de forma que apenas hemos podido disfrutar de algunos momentos de tranquilidad, como el de la mañana de Reyes.

Lo peor de todo no es que ese ritmo frenético no me haya dejado escribir lo que tanto deseaba, sino que esas prisas nos acompañan todo el año, y también a la pobre Blanca. Me he dado cuenta de que estoy absolutamente todo el día metiéndole prisa. Me he convertido en...