sábado, 27 de octubre de 2012

Una de premios gracias a una sonrisa

Esta semana leí un post estupendo de Armando de Bebés y Más sobre "El rincón de pensar". Es algo que detesto, que no funciona y que no deseo que se siga aplicando. Es un tema con el que estaba tranquila, pensando que a mi pequeña no le afectaba todavía (¿A quién se le ocurriría con bebés?)...hasta hoy.
Los últimos dos días Blanca no quería quedarse en la guarde y se quedó llorando con todo el dolor de mi corazón. De buena gana me la hubiese llevado pero tenía mucho trabajo pendiente que no podía desatender (Tengo flexibilidad horaria pero no puedo dejar de hacer mis tareas!)
Lo peor ha sido cuando esta tarde, en el coche, Blanca se ha puesto a hablar de la silla de pensar. Nos hemos quedado sorprendidos porque no sabíamos que la conociera.
"¿Y quién se sienta en la silla de pensar?".- Le pregunté.
"Yo".-Contestó para mi desdicha
Estoy agobiada. Tengo pendiente escribir una segunda entrada sobre la educación sin castigos, que creo que es posible con esfuerzo, y me encuentro con esto. Voy a pensar lo que voy a decirle a la directora del centro el lunes con calma porque ahora mismo no sé lo que le diría si la tuviese delante.
Y ensimismada en mi desdicha he cogido el móvil y  mi Gallina Pintadita me ha arrancado una sonrisa con las siete cosas que cuenta sobre ella misma. Como me ha pasado los bonitos premios (uno de ellos también me llegó gracias a Mi cucolinet), allá voy yo también y ojalá consiga también sacarle una sonrisa a alguien que lo necesite...
1.- No me callo una. Siempre digo lo que pienso. Me trae quebraderos de cabeza pero ¡Nunca tendré úlcera de estómago! ;P
2.- Yo era una y ahora soy otra. Mi vida, mis inquietudes, mis anhelos...todos cambiaron cuando nació mi princesa. Ya no soy la misma y ahora me gusto más.
3.- Me encanta leer. Cuando era adolescente me encerraba a leer a escondidas fingiendo que estudiaba. ¡Claro, que así me iba en el instituto!
4.- Me hubiese hecho muy feliz estudiar Bellas Artes y aún creo que quizás algún día pueda conseguirlo. Sigo soñando...
5.- No me gusta la hipocresía. Quizás por eso nunca finjo lo que no soy.
6.- Me encanta cantar. Creo que es lo que más hago a lo largo del día. En la ducha, en el coche, con Blanca... ¡Desde aquí pido perdón a los que me tienen que aguantar!
7.- Siempre que tengo hambre (mucha) me pongo de mal humor. Lo malo es por las mañanas, que es cuando más hambre tengo y cuando más irritable estoy. Me pasa desde que era un bebé...
Estos premios los voy a pasar a:
Minerva y su mundo
Querido Quique
Con ojos de madre
Trocitos de mí
Creciendo con Emma
La mamá corchea
La Gallina Pintadita (Sí, ya los tienes. Pero ahora también los tienes de mi parte)
Bueno. Ya os contaré cómo nos va el lunes. Con lo contenta que estaba con el centro, madre mía :(


domingo, 21 de octubre de 2012

Momentos

Me parece que la infancia es la época más importante. Es importante desde el punto de vista del desarrollo, ya que te estás formando como persona, pero además esas vivencias marcarán el resto de nuestras vidas y nuestra relación con los demás.

Debido a las circunstancias que estamos viviendo, Blanca y su padre no están juntos todo el tiempo que les gustaría. Eso hace que se echen muchísimo de menos y que, después de unos días en los que se ven poco, Blanca reciba a su papi gritando de alegría.

Afortunadamente esos días duros de separación no suelen durar mucho y entonces podemos disfrutar de nuestros agradables "días en familia"

Vamos al parque, jugamos, corremos detrás de Charlie por el jardín y disfrutamos de nuestro tiempo juntos como si fuese un tesoro. Este fin de semana ha sido doblemente especial porque hemos llevado a la peque al teatro por primera vez. La obra era para niños de cero a cinco años y aunque me había imaginado a Blanca deseando irse desde el primer minuto...¡Estuvo sentadita, atenta y aplaudiendo los 45 minutos que duró la representación!
Cuando acabó pedía más y no quería abandonar el teatro. Habrá que repetir :)

Su padre y yo tenemos claro que nuestra prioridad es su felicidad. Y verla contenta es el mejor de los regalos.

Estoy convencida de que, a pesar de las tediosas ausencias laborales de su padre, Blanca está desarrollando un vínculo especial, fuerte e inquebrantable con él. Y cuando sea mayor atesorará en su recuerdo los maravillosos momentos que han vivido juntos.


miércoles, 17 de octubre de 2012

El árbol de los chupetes

 
Llevo demasiado tiempo sin leer los blogs que me gustan, sin escribir en el mío. Esta noche los astros me han favorecido para que pudiese colaborar con una idea maravillosa de La gallina pintadita y de Petit Foto. Blanca no ha usado chupete pero sé que en muchos niños supone el consuelo que mi hija encuentra en mi pecho. Carmen me dijo que por qué no escribía un cuento... ¿Y por qué no? Para todos, para los niños...

<<Había una vez, en un parque pequeño de una diminuta ciudad, un árbol al que jamás le salían hojas. Se iban sucediendo las estaciones, una tras otra, y jamás le salían más de dos o tres hojas.

El jardinero del parque, que era un hombre que amaba todas las plantas y las cuidaba con gran esmero y cariño, estaba preocupado por este hecho. Había probado todos los remedios que conocía para intentar que el árbol se pareciese a los demás árboles del parque pero nunca lo había conseguido.

¿Estará enfermo?- Se decía. Y le daba vitaminas.
¿Estará sediento?- Pensaba. Y lo regaba con más agua.
¿Tendrá hambre?- Se preguntaba. Y le echaba mucho abono.
 Pero nada de lo que hacía parecía mejorar la salud y el aspecto del pobre árbol.

 Un día, una niña muy pequeñita que jugaba con su osito, miró aquella pobre planta y pensó que el árbol se sentía muy triste. Entonces tuvo una idea genial. Le regalaría algo que hiciese que se consolase su pena, algo que le ayudase a dormir, algo que fuese muy importante para ella... 

¿Y qué podía ser tan buen regalo como su chupete?

Así que, aunque era algo de lo que no quería desprenderse, pensó que el árbol estaba tan triste y solo que lo necesitaba más que ella. Por eso le pidió a sus papás que dejaran su viejo y mordisqueado chupete colgado en una de sus ramas para que el árbol no estuviese triste nunca más.

Al día siguiente, para sorpresa del jardinero, el árbol parecía haber mejorado su color y habían salido unas enormes y verdes hojas en la rama de la que colgaba el chupete. Al darse cuenta de lo que ocurría, raudo y veloz reunió a todos los habitantes de la diminuta ciudad en la plaza de los columpios. Allí les contó lo que sucedía y todos los niños quisieron ayudar regalando sus chupetes al árbol triste para que se pusiera contento.

¡¡Y así ocurrió!! De sus ramas colgaban chupetes de todos los colores y tamaños. ¡Estaba tan bonito! Desde ese día el árbol sin hojas se convirtió en el más frondoso y hermoso de toda la ciudad, y le pusieron de nombre "El árbol de los chupetes"

Después de aquello se corrió la voz y niños de otras ciudades hicieron lo mismo con los árboles que estaban enfermos o afligidos. Desde entonces en casi todas las ciudades hay uno. Si ves un árbol triste llama a todos tus amigos porque puede que necesite algunos chupetes...>>


lunes, 1 de octubre de 2012

Hoy...justiciera!



Un viejo amigo decía que yo era la defensora de las causas perdidas y, a pesar de que no me hacía demasiada gracia el apodo, reconozco que soy un poco así. Nunca he podido evitar, ni he querido, defender a las personas que lo han necesitado, a amigos, a extraños, a compañeros de trabajo. Desgraciadamente lo único que he acabado consiguiendo así son varapalos... ¡¡Pero prefiero ser fiel a mí misma antes que a mis intereses!! ;)

Y en esta línea va esta entrada. En estos días he estado leyendo algunos posts de blogs de los que soy asidua y no he podido evitar que me saltasen chispas de auténtica indignación. ¡Y hoy voy a hacer justicia con mi pluma! (O con el teclado...)

INDIGNACIÓN 1: Mi ira contra Estivill.
Siempre he sabido que el mal llamado "método científico para enseñar a dormir a los bebés" que este hombre aseguraba estaba basado en estudios, que sólo él atesoraba porque nadie más los ha encontrado, sólo era una falacia. Tristemente, para desgracia de miles de indefensos bebés, muchos padres se fiaron de este hombre porque era médico, porque hablaba de CIENCIA con mayúsculas y porque escribía libros...

Entenderéis mi indignación cuando leí en el Blog Mimos y Teta que se había retractado. Por lo visto ha sacado un nuevo libro donde explica nuevas normas para su mierda de método. ¿Has dejado de vender ejemplares del Duérmete, niño? ¿O deseas seguir amargando las infancias de miles de niños? Ahora que estamos en la Semana de la Lactancia Materna...¿Cuántas lactancias has destrozado? ¿Duermes tranquilo por las noches?

Desde aquí hago dos peticiones de justicia, tres si existe Dios: La primera, que cambiemos la frase "que viene el coco" por la de "que viene Estivill". La segunda, que se denuncie a este señor en los tribunales por daños y perjuicios por los métodos falsos que ha vendido. Tercera, justicia divina.

INDIGNACIÓN 2: Mi ira contra Ioia Arbillaga.
En el Blog Querido Quique he podido leer un artículo de esta señora. Lo primero que hirió mi sensibilidad fue que emplea el término normal para algunos chavales y no para otros. Señora mía, según la RAE, en su primera acepción, es normal lo que se halla en su estado natural. Entonces ¿Qué no lo es? Otra cosa bastante ofensiva del artículo es cuando habla en términos despectivos de aquellos que ella no considera normales y encima opina que no deberían estar con los demás. ¡¡Deberían estar encerrados, aislados!! (¿No te jode?) No voy a decir nada más porque sólo acabaría diciendo barbaridades que me rebajarían a su nivel. Todos somos diferentes, cada uno tiene unas cualidades y unas capacidades distintas, ningunas son mejores o superiores a las otras. Todas estas personas que usted llama "anormales" tienen algo de lo que usted sí carece. Usted tiene una gran minusvalía porque no tiene humanidad.

Desde aquí hago una petición contra esta señora: Hay muchos profesionales sin trabajo más preparados, más formados, cuyas opiniones estarán más documentadas y sobre todo serán más humanos. ¡¡A la calle!! 

¡¡Por hoy he acabado pero la Justiciera volverá!! Me cabrea que El Zorro es un justiciero, o un animalito, y que La Zorra sea, además del animal, una prostituta. Pero mi ira contra el vocabulario machista y misógino la dejo para otro día, que no son horas...