miércoles, 29 de junio de 2011

Le duelen las encías por los dientes

Si hay algo que aprendes deprisa cuando tienes un bebé es que cada niño es único y distinto de los demás. Así que cada vez que te dicen cualquier frase que empiece por "A todos los niños..." tienes que pensar que no a todos los niños les pasa lo mismo ni les gustan las mismas cosas.
Hay pediatras que sostienen que los bebés no sienten dolores cuando les crecen sus primeros dientes y hay otros que dicen que no soportarían estos dolores si fuesen personas adultas. A Blanca sí le duele. No pongo en duda que a otros bebés les pueda o no doler, pero aseguro que a mi hija sí. No duerme, lo muerde todo, se está quejando todo el día, ya nunca quiere comer nada que no sea leche, me está empezando a morder hasta a mí...
Me recuerda un poco a lo del parto. Algunas personas me decían que era horrible e insoportable, y otras que habían parido en pocas horas sin epidural. Seguramente no será porque unas se quejen más que otras, probablemente sea porque a unas les duele más que a otras. En mi caso intenté aguantar sin epidural pero cuando llevaba 22 horas de parto y sólo había dilatado 4 cm no pude aguantar. Si hubiese dilatado en menos horas quizás todo habría sido distinto.
Volviendo a los dientes de los bebés puede suceder algo parecido y que cada caso sea distinto.
Sólo se que esta tarde me miró con carita de pena y se puso a llorar con lágrimas, sin que ocurriese nada, y no estoy acostumbrada a verla llorar. Me está empezando a morder de vez en cuando con los dos dientes que tiene ya asomando, pero no puedo evitar pensar que ella lo está pasando peor. Realmente está siendo una época muy difícil para las dos!!!

miércoles, 22 de junio de 2011

¿Quién es mamá?

Hoy Blanca cumple 7 meses. Está enorme, guapísima y muy espabilada (Soy su madre...¿qué voy a decir?)
Se sienta sola, hace la vieja, llama a la gente a su manera, se tira peditos con la boca, se lleva la cuchara a la boca y bebe solita, etc. ¡Y le están saliendo dos dientes!
Cada vez entiende más lo que decimos y ya sabe quién es cada uno por su nombre, pero no sabe que yo soy mamá. Me paso todo el día diciéndole "Mira Charlie" y cuando le pregunto por el perro se pone a buscarlo mirando al suelo. Lo mismo pasa con su padre y cuando le hablo de papá enseguida le mira. Si la llamo por su nombre también sabe que me refiero a ella. Pero como está casi siempre conmigo no hay nadie que le diga "Mira, mamá"!
Supongo que tarde o temprano lo aprenderá y, mientras, con que me mire con su preciosa carita sonriendo tengo bastante.
En cuanto al habla, hace muchos sonidos pero todavía no dice papapa o mamama...Sólo espero que su primera palabra no sea "Charlie" porque el perro la vuelve loca!!!


jueves, 16 de junio de 2011

Salir de casa

Cuando pienso en las cosas que han cambiado en mi vida desde la llegada de Blanca, quizás una de las que más lo ha hecho ha sido el momento de salir de casa.
Antes me arreglaba, cogía el bolso y me marchaba. Si había quedado con alguien llegaba, por supuesto, puntual. ¡Qué mal me sentaba tener que esperar a los que llegaban tarde!
Ahora la cosa es muy distinta y siempre, absolutamente siempre, llegamos tarde nosotros. Porque los simples tres pasos "me arreglo-cojo el bolso-me voy" han aumentado en número y complejidad de la siguiente forma:
Preparo mi ropa con Blanca en brazos-Pongo a la niña en la hamaca sin hambre, sin sueño, con el pañal limpito y muchos juguetes-Me ducho cantando canciones infantiles, asomo la cabeza sin parar, me entra champú en el ojo, me aclaro, me doy más prisa por acabar-Me seco jugando a cucú tras-Me visto haciendo muecas-Cojo a la peque que ya no quiere hamaca y la tumbo en mi cama con más juguetes, pero no la convence y aumentan los decibelios-Me desenredo con prisa y estrés arrancando los tres pelos que me quedan del postparto-Cojo a Blanca y la visto-La lleno de protector solar mientras protesta- Reviso su bolso, meto pañales, una muda, un juguete-Le ofrezco pecho por si tiene hambre pero no quiere-Vamos hacia la puerta-Se hace caca-Le cambio el pañal-¿Seguro que no tienes hambre?-La monto en el carro-Por fin salimos a pasear-He olvidado el móvil y a medio camino se pone a llorar porque tiene hambre...
Hay ocasiones en que los pasos aumentan mucho más, como cuando se le sale la caquita y tenemos que cambiarla de ropa. Otras, por suerte, está su papi en casa y todo es mucho más sencillo.
Nunca me ha gustado ser impuntual pero ahora asumo que hay muchos imprevistos que no puedo controlar y, a pesar de los cambios, sin duda alguna soy más feliz.


martes, 14 de junio de 2011

Sentimientos encontrados

Mi pequeña se acaba de dormir enganchada a mi pecho y al mirarla me embarga una gran cantidad de amor que no tiene comparación. Es lo mejor de mi vida. Es lo más maravilloso.
No quiero perderme ni un solo momento de su vida y no me gusta separarme de ella. Desde que nació hemos estado prácticamente todo el tiempo juntas gracias a que no he tenido un trabajo al que volver tras la baja maternal, pero no podemos vivir con un sueldo y echo de menos trabajar...
¿Soy peor madre por tener ganas de hacer algo más que estar con ella?
¿Se sienten los bebés abandonados por sus padres en las guarderías?
Me resulta muy extraño pasarlo tan mal por pensar que la tengo que dejar en una horrible guardería y, a la vez, tener ganas de realizar otra actividad.  Ojalá hubiese una forma de poder trabajar sin tener que dejarla con nadie.
Pero Blanca sigue de momento contando con la cabezonería de su mami y todavía tengo casi tres meses para conseguir encontrar una solución a todo esto. Puede que al final tenga que dejarla allí pero será sólo si no tengo más remedio!


jueves, 9 de junio de 2011

La alimentación complementaria (III)

Ya llevamos algunas semanas introduciendo nuevos alimentos y casi todo le ha gustado a Blanca. Digo casi, porque el pan no le hace gracia. Es un claro ejemplo de que cada niño es distinto, único y no se puede generalizar. A los que me dijeron que el pan le gusta mucho a los bebés puedo asegurarles que no siempre es así.
Debo reconocer que me hacía tanta ilusión comprobar que todo le gustaba que sólo esperaba tres o cuatro días para empezar con algo distinto. En pocas semanas ya había probado pera, plátano, manzana, patata, calabacín, zanahoria, pan... Hasta que mi euforia se acabó hace dos días, cuando no quiso comer nada, ni rayado, ni machacado ni entero. Y todavía sigue sin interés. Sabemos que no hay que obligar a comer y que tampoco hay prisa, pero no puedo evitar preocuparme. ¿Es el mal endémico de la mami primeriza? ¿Todo preocupa?
¿Y si no quiere comer nada nunca más? ¿Preferirá siempre el pecho?
Menos mal que dentro de tanta neurosis hay siempre algo de cordura: supongo que sólo es una fase pasajera y espero que en unos días vuelva a tener el mismo interés que demostraba al principio.
Acaba de romper su encía el primer dientecito y puede que no le apetezca tener que comer en esas circunstancias. Que aunque algunos pediatras creen que los bebés no padecen molestias con la aparición de los primeros dientes, después de ver a mi hija morderme hasta el hombro lo pongo en duda...


miércoles, 1 de junio de 2011

La alimentación complementaria (II)

¡Qué bien sienta que te confirmen que estás haciendo las cosas bien! Estoy muy contenta de haber hecho lo que creía que era mejor para Blanca, a pesar de la feroz y repetitiva presión del entorno.
Ayer fuimos a la charla de la nutricionista y endocrinóloga Pilar Serrano, y salimos de allí encantados. La conferencia estuvo muy bien documentada y al final resolvió dudas de algunas madres, pero lo mejor fue que confirmó que no nos estamos equivocando.
Además de lo que dicen los organismos competentes en materia de salud infantil, nos enteramos de algunas cosas más:
- Tal y como estábamos haciendo ya, se pueden dar sólidos a los bebés sin tener que pasar obligatoriamente por las papillas. Se le pueden ofrecer los alimentos rayados, aplastados con el tenedor o enteros para que los chupen. No se trata de que coma grandes cantidades al principio, para eso ya tiene el pecho, sino de que pruebe los distintos alimentos y sabores.
- Las espinacas o la calabaza tienen más nitratos que la zanahoria. Así que es mejor dar zanahoria antes y no al revés como nos dijo su pediatra.
- Se le puede dar pan (gluten) a partir de los 6 meses. Los estudios más recientes demuestran que mientras se siga con la lactancia materna las probabilidades de que se convierta en celíaco son prácticamente inexistentes.
- Mejor comer con el resto de la familia que antes o después. La comida es también una actividad social y los pequeños aprenden también de ver comer a sus papás.
- Si quiere comer solito es mejor dejarle. Es una forma de conocer los nuevos alimentos que está probando y la comida se convertirá en algo divertido que no querrá evitar. Alrededor del año y medio tienen una fase en la que quieren comer ellos solos y si en ese momento no les dejamos, por temor a que se ensucien, es probable que les tengamos que seguir dando nosotros hasta los 3 ó 4 años.
- ¿Y si al principio no quiere comer nada? En ese caso quizás nuestro hijo no está preparado y podemos esperar unas semanas antes de volver a intentarlo. A cada niño le salen los dientes a una edad, cada bebé camina o gatea en un momento distinto, por lo que cada uno lleva su ritmo...¿entonces por qué hay que forzar a todos por igual a partir de los 180 días? Esto nos dejó tranquilos porque Blanca sigue teniendo el complejo de extrusión y, aunque le pone ganas, mucho no traga.
En fin, creo que entre los dos post sobre alimentación complementaria cualquiera puede hacerse una idea de cómo empezar este proceso con su bebé. Para nosotros es toda una aventura y no queremos perdernos ni uno de sus gestos cuando prueba algo nuevo por primera vez. Y lo mejor de todo es que a partir de ahora lo haremos con la tranquilidad de hacerlo bien!