martes, 24 de diciembre de 2013

Felices Fiestas

Me hubiese gustado hacer otra felicitación navideña pero no he tenido tiempo. He preferido emplear todas mis horas en disfrutar de estar con la peque, con familia y con buenos amigos. Y he recordado que al final eso es lo único importante de estas fechas. Lo material son sólo cosas y que no nos aportan nada relevante.
Os deseo de todo corazón que estas fiestas sean entrañables y podáis disfrutar de lo más importante: estar con los seres queridos.

martes, 17 de diciembre de 2013

DIY: De muñecas, vestidos y otros demonios

Siempre me han gustado las manualidades y los Do It Yourself (DIY), pero últimamente no paro de hacer cosas y (lo que es peor) de añadir más creaciones a la lista de temas pendientes. Es una obsesión ;) Aprovechando que estoy mala y afónica (Sí! No puedo hablar! Grrr!) estoy haciendo bastantes cosillas.

Ayer hice esta muñeca de trapo, que para mi gusto da un poco de miedo pero que a Blanca le encantó. La abrazó con fuerza y la metió en el carrito, así que me parece que no puedo desprenderme de ella de momento ;) Como era una prueba la hice con una camiseta vieja lisa y la pinté con rotuladores de tela. El pelo es de fieltro pegado con silicona. Pero ya tengo en mente hacer un par de modelos mejorados.

La novia de Chuky

viernes, 13 de diciembre de 2013

Guirnalda de Navidad. DIY de Blanca

Esta semana tuve la oportunidad de asistir de "ayudante" a unos talleres que se celebraron en la clase de Blanca. Iban a hacer adornos navideños y dibujos para decorar la clase. Fue una experiencia maravillosa y me lo pasé genial. Pensé que es una pena no poder hacer prácticas de varios tipos de trabajo antes de escoger una carrera. Creo que hubiese sido feliz trabajando con niños pequeños...y desde luego después de tratar con albañiles y subcontratas una semana no me hubiese hecho aparejadora ni loca! ;)
A mí me dejaron un taller donde, a diferencia de los demás talleres, los niños no estaban sentados. Tenían que mojar unas esponjas en platos llenos de pintura para decorar unos murales con personajes navideños. Llegué a agobiarme un poco porque la pintura llegaba al suelo, al pelo de los niños, a sus brazos y a su ropa sin control. Al final me limité a reir y a disfrutar porque no estoy acostumbrada a hacer manualidades con más de una niña a la vez :)

miércoles, 4 de diciembre de 2013

El mejor colegio



La causa de mi regreso al universo bloguero fue originada por la cantidad de problemas que surgieron cuando escolarizamos a la peque en un centro equivocado y se sucedieron todos esos acontecimientos que ya conté las semanas anteriores. Lo más curioso de todo es que lo que a mí me aterrorizaba (sí, era pánico) a otros padres no les parecía nada anormal...

  • No me parecía bien que castigasen a los niños ya que sólo hacían cosas propias de niños (como jugar con la fuente de agua, relacionarse con quienes querían, levantarse de la mesa cuando les apetecía, etc.) Sin embargo a otros padres les parecía bien que les inculcasen disciplina a sus hijos. Alguna vez escuché en la puerta de la clase como algún padre incitaba a la maestra (a la que no le hacía falta que le tocasen las palmas) a ser más severa con su hijo/a.
  • No me gustaba que tuviesen que estar tanto tiempo sentados haciendo fichas, pero otros padres me decían lo contentos que estaban de que sus hijos empezasen ya a escribir con tres años.
  • Sufría pensando que mi pobre hija odiaba el colegio y no jugaba en el recreo como resultado de tanta coacción, cuando alguien me dijo que los niños se terminan acostumbrando a todo, que era normal.

sábado, 30 de noviembre de 2013

No dejemos a ningún niño sin juguete


Hace poco me enteré de una iniciativa que me pareció bastante buena. Se acercan unas fechas de reuniones, comidas, reencuentros, felicidad o no...pero sobre todo de muchísimo consumo. Creo que debe ser una fecha especial sobre todo para los niños porque ellos creen en la magia, en los Reyes Magos. No entienden de crisis ni recortes, ni deben sufrir las consecuencias de los adultos.

Por eso os animo a participar en este proyecto tan bonito. Recibiréis la carta de un niño, con la dirección y así podréis contribuir a que sean unas navidades llenas de ilusión. No dejemos a ningún niño sin juguete. Sólo tenéis que visitar la web "Reyes Magos de Verdad"y apuntaros para contribuir con la felicidad de un niño. Entre todos podemos aportar nuestro granito de arena.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Las estrellas brillan para ti

Eres mi alma, mi vida, mi todo. Ya tienes tres años. El tiempo pasa demasiado rápido y, a veces, me da miedo que al parpadear me pierda una sonrisa tuya. Todavía tenemos esos momentos que son sólo nuestros y, cuando no estén, inventaré otros para ti.




jueves, 21 de noviembre de 2013

DIY: Cumple de Peppa Pig en el Circo

Creo que pocas cosas me gustan tanto como un DIY (Do it yourself). Me encantan los muebles reciclados, los regalos hechos a mano, los jerseys de lana de las abuelas (es que yo no sé)...y como no, los cumpleaños celebrados en casa y donde todo es hecho a mano.

Para el tercer cumple de Blanca pensé en la temática del circo pero al final, por petición de la peque, tuve que añadirle a Peppa Pig y a todos sus amigos. Los carteles y la decoración están hechos por mí en Corel Draw. No están demasiado conseguidos porque los dibujé con el ratón. A ver si este año los Reyes Magos me traen una tableta de dibujo. Los dulces y

Éste era el cartel de entrada al cumple...

lunes, 18 de noviembre de 2013

La educación no es gratuita.

Blanca empezó el colegio el mes de septiembre con dos años. Antes de elegir un centro visitamos bastantes colegios, tal y como ya os conté en esta entrada. Siempre tuvimos claro que, como iba a entrar tan pequeña, no íbamos a escolarizarla a menos que encontrásemos el sitio adecuado. Al final nos gustó muchísimo un colegio público de educación infantil que está en el pueblo donde vivimos. Nos pareció tan pequeñito y tan adaptado a sus necesidades que nada podía ir mal allí. La directora nos atendió el día de la visita y todo parecía bastante adecuado, salvo porque no era verdad.

martes, 12 de noviembre de 2013

Si no lo digo revientooooooo

Seis meses. Seis. Justo mañana hace seis meses que decidí que no podía seguir con el blog. Era la peor madre, la peor bloguera, la peor bla, bla, bla. Eso no lo discuto pero lo que no sabía entonces es que lo peor no era que yo no aportase nada... ¡¡¡lo peor era dejar mi herramienta más valiosa de desahogo!!!

Desde ese día ha habido muchísimas situaciones en las que hubiese deseado continuar escribiendo en el blog. Pero lo peor de todo, lo que me ha hecho que la sangre fluyera por una vena del cuello que crecía y crecía, es que el hecho responsable de que esta noche esté escribiendo de nuevo...

¡¡Es la ESTUPIDEZ de la gente!!

No ha sido que comparasen a mi hija con otra niña cuando ella estaba delante, no ha sido que castigasen a mi peque la primera semana de colegio por mojarse jugando en la fuente del patio, no ha sido que su maestra fuese tan estricta con los niños que Blanca acabó teniendo pesadillas, sentada en el recreo sin jugar y odiando el colegio, no ha sido que me he tenido que llevar a la niña hace una semana a otro centro... ¡¡Noooo!! (Tiene narices)

Os cuento el culebrón...
Hace algo más de un año que conocí a una mujer (desde ahora Pili) y a su hija en el parque de enfrente de mi casa. Como las niñas solían jugar juntas fuimos cogiendo confianza y (yo pensaba) nos hicimos amigas. Para mí era una amiga ya que la invitaba a mi casa, quedábamos y hasta me dejó en una ocasión a su hija. Pues bien, este verano cuando estábamos hablando de los colegios que habíamos solicitado y del tipo de educación alternativa que en realidad nos habría gustado, "Pili" me habló de un colegio en otro pueblo. Era un proyecto diferente pero me dijo que era muy difícil entrar. Hasta ahí todo normal. No era la primera persona que me recomendaba un colegio, ya que otras madres me hablaron de otros centros y alguna incluso me animó a solicitarlo.
En septiembre nuestras hijas comenzaron el colegio (mismo centro pero distinta clase) y al poco tiempo de empezar las clases no nos gustaban sus señoritas. La diferencia era que mi hija no se adaptaba y la suya sí. Pili tenía una amiga que tenía a la niña en el colegio "Guay" y yo le pregunté sobre su funcionamiento porque me interesaba el centro. Como las cosas iban de mal en peor llamé por teléfono a finales de septiembre al colegio por si quedaban plazas pero estaba completo. Se lo conté a Pili y ella me dijo que también habían llamado. Hasta ahí todo bien... pero como Blanca tenía ya signos bastante alarmantes de que el centro no le venía bien, La Gallina Pintadita me recomendó que insistiese en el colegio que me gustaba. Hace dos semanas volví a llamar, se había quedado una plaza libre y me la quedé.

El resultado ha sido que Pili me dijo que había usado su información privilegiada (que me recomendó el centro) para quitarle la plaza (Tiene narices que ahora insistir en un centro que te han recomendado sea quitarle la plaza a alguien). Después de que me dijese algo tan "agradable" le mandé la invitación para el cumple de mi hija, porque su hija no tenía culpa de nada, y ni me contestó, su pareja se cruzó con la mía y no le saludó y su amiga (cuya hija ahora es compañera de clase de la mía) tampoco me saluda.

Mi conclusión: la gente es estúpida. Si no quieres que nadie solicite un colegio que te gusta no se lo recomiendes. Si quieres conseguir una plaza insiste...y no culpes a los demás de tu pasividad y de tu conformismo. Y, sobre todo, no te cierres puertas nunca con nadie. No sabes si algún día iba a ser yo la que se enterase de otra plaza libre y te iba a poder avisar.
Lo que más me molesta de todo no es que una supuesta amiga no lo sea. Lo que más me enerva es que ahora tengo que ver tooodooos los días del año en la puerta del colegio a una pareja a la que no he hecho nada y que me pone malas caras o no me va a dar los buenos días. No es plato de gusto pero... ¡¡¡¡Me importa una mierda más bien poco o nada!!!! ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡Porque mi hija está súper feliz y eso es lo único que me importa!!! 


lunes, 13 de mayo de 2013

Despedida ¿Y cierre?

Cuando comencé con este blog desconocía por completo este mundo. Me había empapado de temas de maternidad y crianza durante el embarazo (los libros de Carlos González y Rosa Jové o las webs como Crianza natural, Dormir sin llorar o Bebés y más) y cuando nació la peque todo fueron obstáculos para poner mis nuevos conocimientos en práctica. Fue muy duro recibir críticas e imposiciones de personas queridas y allegadas. Tuve auténticas discusiones demasiado a menudo para ser una parturienta primeriza y asustada. Menos mal que mi sentido común hizo que nunca diese mi brazo a torcer.

Estaba triste, enfadada y me sentía incomprendida. Así que empecé a escribir en mi móvil (mientras Blanca mamaba) lo que pensé sería mi desahogo y quizás el apoyo para alguien que se viese en mi horrible situación. Sobre todo escribía para mí y para Blanca. Cuando tuve varios textos escritos pensé en ponerlos en un blog. Mis primeros posts eran muy guerreros y, a veces, también tuve problemas por ello cuando algunas personas se daban por aludidas. Debo confesar que las entradas del primer año son mis favoritas porque son totalmente viscerales.

Durante muchos meses nunca recibí comentarios ni seguidores y era como escribir en mi diario personal. Poco a poco fui conociendo otros blogs y a muchas mamás blogueras. Ya no estaba contando mis penas al vacío: tenía compañeras a las que leer y que también me leían.

Supongo que este pequeño y humilde cuaderno de bitácoras ha ido evolucionando de igual modo que lo hemos hecho nosotras dos. Mi euforia del comienzo dio paso a una calma sosegada y ésta a un punto de inflexión del que me está costando salir.

Hace dos meses Blanca dejó de dormir conmigo. Fue muy duro no tener a mi pequeña. Las primeras noches no podía dormir y ella dormía mejor que nunca. No cabía en la cuna sidecar ni en nuestra cama, la despertábamos continuamente y probé a pasarla un par de noches sólo por probar. Tuve la cuna puesta bastante tiempo por si volvía, deseando que protestara por no estar conmigo, pero estaba muy bien en su nueva cama. Era yo la que ya no lo estaba.

Por otro lado ultimamente no estoy haciendo las cosas como me gustaría con ella. Pierdo la paciencia con más facilidad y acabo recurriendo a métodos que detesto como los chantajes.

Entre todo esto, la falta de tiempo desde que empecé a trabajar y que seguramente dentro de poco nos marchemos un tiempo a otro país...
¿Qué clase de blog iba a escribir? ¿Iba a quitarle tiempo a mi pequeña princesita, a mi pareja o a mi descanso para continuar? ¿Sigo aportando algo a alguien en esta situación de pésima madre?

Queridas amigas, no sé si será definitivo o no, si dentro de unos meses tendré otra vez la necesidad de contar, de escribir... pero ahora sólo puedo despedirme.

Un millón de besos y de gracias a todas vosotras. Gracias de todo corazón por haberme ayudado, apoyado, leído y sobre todo enseñado tanto.

P.D. He conocido a personas maravillosas y no acabaría nunca si las nombrase a todas. Pero me gustaría hacer una mención especial a Kim por ser la primera, a Carol por ser todoterreno (puedes con todo!), a María por su cercanía, a Concha por su labor, a Almabril por sus maravillosos comentarios y sobre todo a Carmen, por haber traspasado las barreras del ciberespacio y haberme hecho un huequito en su inmenso corazón (eres grande!)

A todos los que alguna vez pasásteis, a todos los que habéis enseñado tanto con vuestros blogs, a todos...
GRACIAS

jueves, 2 de mayo de 2013

Control de esfínteres en una semana

El año pasado, después del verano, Blanca comenzó una época en la que pedía hacer pipí en el váter continuamente. Yo había descartado quitarle los pañales en verano porque tenía sólo 18 meses pero, cuando comenzó a pedirlo con tanta insistencia, hicimos la prueba durante unos días. Podéis leer aquí el post que escribí en su momento, cuando volvimos a ponerle el pañal.

Hace aproximadamente dos semanas volvió a pasar algo parecido, empezó a pedir sentarse como los niños mayores, y ante el miedo de que nos pille en Londres el verano... ¡Comenzamos la operación pañal!

Hay mil millones de textos escritos describiendo las señales que indican que tu hijo está preparado para dejar los pañales, como que tenga un nivel verbal adecuado, distinga el pipí y la caca, o sepa subirse y bajarse los pantalones. También hablan de unos márgenes de edad y de lo importante que es no volver a poner el pañal una vez que se da el paso.

Cuando preguntamos a otras madres cada una te contará una cosa distinta según le haya ido. Pero cada niño es un mundo y no podemos generalizar... ¡Y encontrar el momento adecuado es crucial!

¿Por qué os digo esto? Pues porque nos ha ido tan extremadamente bien que ahora tengo la certeza de que hicimos bien en esperar. Blanca sólo ha tenido fugas durante una semana y desde entonces siempre lo pide cuando tiene ganas. Me habían dicho que el proceso podía durar uno o dos meses y nos ha sorprendido la velocidad en nuestro caso. Sé que tendrá seguro algún escape más en cuanto esté distraída o cansada, pero sabe cuando tiene ganas, lo pide y además retiene perfectamente el tiempo suficiente como para llegar a un lavabo estemos donde estemos.

No me gusta dar consejos pero creo que lo realmente importante, además de las famosas claves, es hacerlo cuando tu hijo esté maduro de verdad. Si tienes indicios de que puede estar preparado puedes probar y si ves, después de unos días, que quizás no lo estaba siempre puedes volver a usar el pañal. No es cierto que no se pueda volver a poner una vez quitado, nosotros lo hicimos y todo ha sido muchísimo más sencillo. No existe una edad para quitar los pañales, sólo depende del niño.

Quería contar nuestra experiencia porque cuando empecé a barajar la posibilidad de quitarle los pañales por primera vez se me hizo un mundo y, simplemente por respetar la madurez de la peque, todo ha sido mucho menos traumático :)

martes, 23 de abril de 2013

Ese Alien que llevo dentro...

Yo no sé si es el octavo pasajero o el noveno. Desde luego son varios y hace ya bastante tiempo que dejé de creer que soy bipolar. Es más complicado ;)

El caso es que ultimamente estoy con unos cambios de humor repentinos y, sobre todo, con unas ansias de pellizcar cachetes (ahí, con saña, hasta que pique)... que me doy miedo.

Primer motivo de cabreo: Blanca se puso malita la semana pasada y ahora la que está hecha una piltrafa con fiebre soy yo. Pero lo que me cabrea es que llevo dos días mala y no he podido ni pedir cita con un médico todavía. ¿Por qué? Entre otras cosas porque he ido a trabajar (Además de mis otras ideas felices)

Segundo motivo de cabreo: No se me ocurre otra cosa que quitarle el pañal a Blanca hace cuatro días. Ideas felices y absurdas que tiene una, que se levanta  de la cama y piensa ¿Qué hago yo hoy para fastidiarnos el día o el mes? Es cierto que ella me lo pedía  continuamente, y que vamos a tener que irnos a otro país probablemente unos meses en breve, y que me ha entrado la prisa porque en ese país no hace calor y porque voy a estar mu sola... ¿Pero no era yo la que decidió respetar su ritmo? Debió ser uno de mis Aliens...

Tercer motivo de cabreo: Blanca estaba llevando bastante bien lo de no usar pañal de día hasta que volvió a la guarde y la sentaron...cada veinte minutos!!!! ¿Pero qué invento es éste? Por la tarde Blanca no quería usar el wc ni verlo en pintura. Esto se merecía pellizco más apretao... o no?!!!

Y así estamos. Tengo más Aliens exigiendo venganza y gritando por querer salir por mil motivos más. Como mis "adorables" vecinos que parecen un ganado en estampida cuando no se están gritando improperios. O las personas metiches que te dicen lo que has de hacer en todo momento. Sin olvidar que las circunstancias laborales del papá de la criatura hacen que no le veamos el pelo.

¡¡¡Grrrr!!! ¡¡¡El cuarto pasajero desea gritar un rato de nuevo!!! ¿O será el quinto? ¿O tal vez la fiebre? Nunca lo sabremos...Jajaja!

domingo, 14 de abril de 2013

El tamaño sí importa


Blanca nació grande, midió 54 cm. Y desde entonces siguió creciendo, creciendo, creciendo... de una forma asombrosa. En la última revisión, la de los dos años, fue la primera vez que estaba dentro de los percentiles en altura y, ahora, usa la talla de 3 a 4 años.

Sus grandes dimensiones siempre suscitan comentarios de todo tipo, sobre todo en personas que no nos conocen, como la típica madre en el parque que me pregunta la edad y se sorprende cuando se la digo. "¡Qué bien que esté tan grande!" o "¡Es una suerte que sea tan alta!" :s

¿Es realmente tan maravilloso? ¡Pues no!

No es nada malo ser alto, como tampoco lo es ser bajo, pero para una niña de dos años y cuatro meses tiene bastantes inconvenientes...

  1. Los extraños la intimidan cuando le hablan como si fuese más mayor y esperan de ella una respuesta acorde. La pobre tiene que escuchar comentarios poco apropiados hasta que yo salgo en su defensa diciendo su edad.
  2. En el parque siempre va a buscar a niños de su tamaño para jugar, pero ellos normalmente le sacan uno o dos años y no desean jugar con ella. La pobre se ve así misma como una más. Se me parte el alma cuando intenta jugar con niños mayores :(
  3. En la guarde la tratan como a las niñas más mayores de su clase, siendo de las más pequeñas porque nació a finales de noviembre.
  4. Nosotros mismos, sus propios padres, la tratamos a veces como si fuese más mayor. Se nos olvida lo pequeña que es todavía. A veces tengo que pararme y pensar en la edad real que tiene mi pobre princesita. Me siento horriblemente mal por eso.
Como veis no es tan extraordinariamente bueno parecer mayor ni a los 35 ni a los 2 años. Quizás en una sociedad con menos clichés, donde se espera que a determinadas edades todos hagamos ciertas cosas preestablecidas no habría tantos inconvenientes con cosas como ésta. Ya me diréis lo que os parece ;)

domingo, 7 de abril de 2013

¿Al agua patos?

Las piscinas, la playa, la bañera... todo me asusta con Blanca! Quizás es exagerado decir que me asusta pero sí me da bastante respeto. Una vez leí que un niño pequeño podía ahogarse en sólo 30 segundos. ¡Es sólo un parpadeo!
Desde entonces llevaba tiempo deseando apuntar a Blanca a clases de natación pero, entre unas cosas y otras, no había podido. Y, por fin, la semana pasada comenzamos con las clases para que aprendiera a nadar.

Los días previos le estuve hablando del tema, le expliqué que yo me metería con ella también en la piscina y que un profesor nos diría lo que teníamos que hacer. Fuimos a ver la piscina y los vestuarios para que se familiarizase con todo, y no paraba de decir que quería meterse en el agua. También fuimos a comprar un gorro y unas chanclas que le encantaron. Estaba muy ilusionada.

Pero el día X... llegó con muchas ganas a la piscina, le puse el bañador sin que dejase de sonreír, fuimos a la clase muy contentas y al entrar en el agua... ¡Se puso a llorar diciendo que se quería ir! No paraba de llamar a papi y de decir que se quería ir, no se consolaba con los otros niños ni con juguetes. Dejaba de llorar un minuto para volver a comenzar y yo no sabía que hacer. Me sentí impotente al no saber transmitirle a mi hija la tranquilidad y la seguridad que necesitaba estando a mi lado. Al final nos fuimos antes de que acabase la clase y seguimos con más llanto en la ducha (ella siempre se baña en casa)

Salí de allí super frustrada pero no pienso rendirme. No voy a obligar a la peque a hacer algo que no quiere pero tampoco voy a tirar la toalla en algo que considero tan sumamente importante. He decidido hacerlo tan gradual como ella necesite, incluso obviando las sugerencias del monitor de natación... ¡Y espero que muy pronto pueda sentirse igual de segura en los brazos de su madre tanto fuera como dentro del agua!

lunes, 25 de marzo de 2013

Cambiando los finales





Los Reyes Magos le trajeron a Blanca varios cuentos, entre los cuales se encontraba uno muy gracioso de Los tres cerditos. Nos gustó mucho el cuento por sus dibujos, porque tenía texturas y porque traía una silueta de lobo que se despega para que lo metas por la chimenea y acabe en el caldero.

La primera vez que se lo leí me dijo que le daba miedo el lobo por lo que decidí contarlo de forma distinta para que ella no pasara un mal rato. Lo gracioso es que lo que comenzó siendo un pequeño cambio acabó siendo algo más radical: <<el lobo quería comerse a los cerditos porque tenía hambre el pobrecito y los cerditos no acaban comiendo guiso de lobo, sino que éste se quema el culito, se pone a llorar, los cerditos le perdonan y comparten su comida con él de forma que al final son todos amigos>>.

Cuando pasamos al de Caperucita Roja yo ya tenía claro que el lobo no debía asustar y lo convertí en el lobo bromista que gastaba bromas demasiado pesadas. Por supuesto, en mi versión no hay cazador ya que no me gusta esta práctica. <<El lobo desea asustar a la niña para gastarle una broma pero al ver que ella se marcha llorando se siente mal, le pide perdón y se hacen muy amigos>>.

Ahora estoy con el problema de Blanca Nieves. Anoche me pidió que le contase el cuento y nada más empezar, no podía evitar cambiar toda la historia. ¿Una niña sin madre? ¿Una madrastra envidiosa que desea la muerte de su hija? ¿Una manzana envenenada? Mi primera experiencia con este cuento acabó siendo otro bien distinto: <<A Blanca Nieves la envía la madre al cole de mayores para que haga amiguitos y aprenda muchas cosas. Y por el camino se encuentra un hada mágica que la lleva a una fiesta de amiguitos donde juegan al escondite y a dibujar>>
¡Vale! Teneís razón, esto ni es Blanca Nieves ni se le parece... ¡¡Pero es que vaya historia!!

Quizás podréis llamarme exagerada o tal vez sobreprotectora, pero voy a aprovecharme de los cuentos para poder enseñarle que los animales no son malvados y cazan cuando tienen hambre, que las madres adoran a sus hijos, que es importante pedir perdón cuando nos equivocamos, que las mujeres no somos inútiles esperando a que nos rescaten, que la violencia no es una herramienta, que hay que saber perdonar y que es bueno que todos nos ayudemos unos a otros... porque si es lo que intentamos transmitirle en el día a día ¿Por qué voy a contarle historias que digan lo contrario?

¡Ya me diréis vuestra opinión! :)

lunes, 18 de marzo de 2013

Mi papá es el mejor

Últimamente el exceso de trabajo del padre de Blanca hace que muchísimos días apenas se vean 30 minutos. Otros son peores, tiene que viajar, y se pasa varios días sin verle. Ambas le echamos de menos y para intentar que ella no note tanto sus ausencias busco formas de que esté presente. Le enseño fotos en las que ella aparece con él, le llamamos por teléfono (a veces de verdad y otras con el teléfono de la ducha) o se lo nombro a menudo.

He estado buscando algún cuento que trate sobre la relación entre hijos y padres para reforzar mis esfuerzos. La Gallina Pintadita ha estado compartiendo bastantes títulos de este tipo de cuentos en facebook (gracias guapa!) y, debido al día del padre, las librerías infantiles tenían bastantes de ellos en los escaparates.

El sábado, en un cuentacuentos, me puse a ojear libros y encontré uno que se adapta bastante a lo que buscaba. Se llama "Mi papá es el mejor" y a Blanca le ha gustado tanto que siempre quiere que su padre se lo lea. Lo llama "el libro de mi papi" ;)

Sé que esta situación no va a cambiar a largo plazo pero, aunque no pueda ver tan a menudo a su padre como todos quisiéramos, los dos se adoran y se quieren muchísimo. ¡Él es un padre genial! ¡Felicidades papi!

miércoles, 6 de marzo de 2013

Mi pequeña parlanchina

Mi niña a veces es una miniyo y otras es una personita que me asombra con sus expresiones. ¿Dónde lo ha aprendido? :S

Sus últimas frases célebres...

- ¡Charlie, no "shupes" el suelo! Ya está otra vez... (Esta frase es mía riñendo al perro. El depurado acento gaditano es de su propia cosecha :)

- Voy a llamar a papi por teléfono. Papi ¿Te queda "musho"? (Ésta también es mía. ¿Qué queréis? Si está siempre conmigo ;)

- No quiero. He "disho" (Esta frase me dejó ojiplática y supongo que será de la guardería)

- Mira que guapa estoy (En eso estamos de acuerdo :D)

- No quiero ponerme esas botas. Quiero los "sapatos" de "prinssesa" (¿Ya empezamos? ¡Si sólo tienes dos años!)

También tiene las frases adorables que me derriten...

- Te quiero infinito mami (:D Yo más...)

- Papi es muy guapo y juega conmigo. Tú eres amiga de papi y yo soy amiga de "Cochin". Todos somos muy amiguitos (Conchi es su pediatra) ;P

Blanca es una personita cada vez más mayorcita e independiente. Es un regalo y una aventura poder verla crecer :)

lunes, 25 de febrero de 2013

Destete nocturno

Nunca pensé que escribiría una entrada con un título como éste ni que tratase sobre lo que trata. Pero las circunstancias que se fueron sucediendo durante los últimos meses quizás hiciesen que ahora estemos así.

Blanca lo pasa realmente mal cada vez que le va a salir un diente y normalmente le salen varios a la vez. ¡Sí! Ya sé que hay bebés que ni se enteran pero a algunos les duele. ¡Yo puedo constatarlo! Se pasa todo el día mordiendo sus dedos, su ropa o lo que tiene a mano. Se pasa las noches llorando, quejándose dormida, despertándose continuamente. Se acaba poniendo mala, probablemente de llevárselo todo a la boca...siempre que le están saliendo algunas piezas. ¿Casualidad? Pues no.

Hace casi dos meses empecé a notar los síntomas de que las muelas le iban a salir y así está ocurriendo. Empezó a no dormir bien. Pasamos de sus dos o tres despertares habituales a muchísimos más. Lo peor de todo era que no consentía en soltar el pecho. Debía aliviar así su dolor pero me llegaba a hacer daño el tenerla tanto tiempo mamando, no podía dormir como antes cuando le daba el pecho y al día siguiente era una madre horrible. No podía más de verdad y Blanca también estaba agotada... ¿Pero qué podía hacer?

Pensé en cogerla en brazos o mecerla para que durmiera sin el pecho cuando ya me dolía a ciertas horas de la noche. Pero Blanca está muy grande, pesa más de 15 kilos y no era muy plausible.
Entonces se me pasó por la cabeza destetarla por la noche para que al menos en sus muchos despertares pudiese hallar una forma alternativa de ayudarla a dormir. Esta idea me hacía sentirme extremadamente culpable y realmente no sabía si sería mucho peor la solución. ¿Y si se despertaba más? ¿Y si no era capaz de dormirse? ¿Y si lloraba o sufría? Me leí el libro de E. Pantley pero no me atrevía a dar el paso.

Una tarde que estaba con mi querida Gallina Pintadita, me presentó a alguien muy especial que casualmente acababa de destetar por la noche a su pequeña. Me contó que le había ocurrido algo similar con su hija, que los despertares cada vez eran más frecuentes y que desde que no mamaba por las noches apenas se despertaba.

Hablar con esta madre me dio la seguridad que me faltaba para hacer la prueba. Así que hace unas tres semanas comencé. Le expliqué a Blanca que cuando la tetita estaba vacía, si ella mamaba me dolía y que no podía tomar hasta que volviese  a estar llena. Los primeros días si lloraba le daba pecho, después iba alternando. A veces se enfadaba y me decía que era mala. Otras se conformaba. A la semana de comenzar ya me preguntaba si estaba llena y si le decía que no, me pedía que la acariciase y se volvía a dormir.

Ahora sólo toma pecho antes de dormir y cuando se levanta por la mañana. De día sigue más o menos con las mismas tomas de antes. El resultado es que se despierta mucho menos y se duerme sin necesitar otra cosa que mis caricias o mi mano.

Hubiese deseado que ella sola marcase el ritmo de un destete natural pero me empezó a preocupar la clase de madre que estaba siendo con ella debido a la falta de sueño. Aunque estamos durmiendo las dos muchísimo mejor no puedo evitar sentir tristeza porque estamos un paso más cerca del final de nuestra lactancia. Al final las cosas nunca suelen salir como las habíamos planeado :(

jueves, 14 de febrero de 2013

Un colegio menos

Aunque ya tengo más o menos claro el colegio al que quiero que vaya Blanca el año que viene he decidido visitar algunos más para ver todas las opciones. Me parece muy importante estar convencida y segura de que es el centro adecuado. De hecho hemos pensado que si al final no nos convence ninguno después de las visitas, la dejaríamos un año más en la guardería, aunque tengamos que seguir pagando todos los meses. Blanca entrará con dos añitos y no pensamos  meterla en cualquier sitio.

Por eso esta tarde hemos visitado el primer colegio de la lista. Tenían jornada de puertas abiertas y no hemos querido desaprovechar la oportunidad. Se trata de un colegio concertado, laico, que es una cooperativa de maestros que hace años decidieron trabajar de forma distinta. Sólo tienen una línea por edad, lo que significa que sólo hay tres clases en infantil, de 3 a 5 años.

Hasta aquí todo pintaba bastante bien. Hacen proyectos muy interesantes con los pequeños, tienen un equipo de orientación con 5 personas, etc.

Cuando llevaba un ratito oyendo a los profesores hablar y de momento me gustaba todo lo que oía...en el turno de preguntas comenzaron a decir cosas que ya no me gustaron tanto:

○ Que si esto ya no es una guardería donde los niños juegan todo el tiempo y que había que prepararlos para la vida y lo que hay fuera (¿No son niños de 2 a 3 años?)

○ Que sí usaban la silla de pensar pero muy light porque sabían que no funcionaba (Un día le meto fuego a la puñetera silla)

○ Que se puede castigar a los niños de 3 años 3 minutos (Pues mira que bien, a Blanca no la castigues hasta noviembre)

Después vimos el resto de las instalaciones y tampoco nos gustaron. ¡Así que primer colegio descartado!

Para nosotros es importante que el centro esté bien, que sea pequeñito, que siga unas directrices parecidas a las nuestras en educación y, sobre todo, que permita a Blanca seguir siendo una niña de dos años. Tiene edad de jugar, correr, saltar...y reír todo el tiempo. No me preocupa nada más.

Seguiré visitando otros dos centros más. Ojalá que el que me gusta me siga gustando después de someterlo al tercer grado. Y, si no, pues Blanca tardará un poco más en ir al cole de mayores ;)

domingo, 3 de febrero de 2013

DIY: Cuarto de juegos económico (II)

Todavía recuerdo cuando mis ideas pasaban de mi cabeza a la realidad en cuestión de días o, como mucho, semanas. Ahora todo es diferente. Veo pasar ante mí las recetas de @SandeeA sin poder hacer casi ninguna. Miro las tartas fondant que me encantaría hacer para familiares o amigos. Le quito el polvo al maravilloso maletín de pintura que me regalaron mis padres en Navidad y que no he podido abrir...
Ahora soy madre y mis prioridades han cambiado. Aunque, para ser realmente sinceros, a pesar de que hecho de menos algunas cosas...no cambio ni un minuto de estar con Blanca por ninguna de ellas!!!

Hace ahora casi un año que comencé con mi proyecto de cuarto de juegos para la peque (podéis verlo aquí) Las habitaciones de mi casa son pequeñas y, teniendo una para invitados, decidí darle más uso y que Blanca dispusiera de más espacio para jugar.
El resultado: casi un año después...todavía no he terminado del todo.

He esperado y esperado a que el padre de la criatura me hiciese unos taladros para colgar las estanterías. Pero como está el pobre muy liado y yo deseaba tener la habitación lista antes de que Blanca se emancipe... ¡Esta semana me lié la manta a la cabeza y yo hice los taladros! ¡Que no se diga que no soy apañá!
Vale...los agujeros han quedado algo más grandes, más torcidos y menos circulares. ¿Y qué? No estoy yo orgullosa de mí ni nada... ¡Y como no se ven...nadie lo sabrá! Jajaja! (Risa de mala) ;P

Bueno, pues os dejo las fotos de cómo quedan los especieros de Ikea de unos 3 euros, pintados de colores, como estanterías infantiles.

Cuando consiga terminar la habitación...allá por el 2014 os pondré las fotos del resultado. Espero que os guste :)

martes, 29 de enero de 2013

Cuando hay amor, encontramos el camino




Esta semana leí dos entradas que me provocaron sentimientos tristes hacia los fallos en nuestra maternidad. En concreto el de Buceando en mí y el de  Criar en contravía. Me sentí muy identificada con el hecho de padecer una terrible culpabilidad cuando perdemos los papeles, no actuamos como deseamos y nos vemos retratados en fantasmas del pasado.

Blanca y yo estamos agotadas por la falta de sueño. Como estoy trabajando fuera de casa por las mañanas, y solemos comer cuando ella duerme su siesta, no puedo dormir durante el día. Por eso esta vez estoy notando que el cansancio hace estragos en mí y que no tengo la misma paciencia ni me comporto como siempre. No hace falta que os diga que a veces me siento la peor madre del mundo. A veces soy incapaz de gestionarme a mí misma y no me reconozco.

Por eso me sentí tan identificada con estas entradas pero, y esto es lo mejor, al leerlo en boca de otras madres mi visión cambió. A ellas no las juzgué como me juzgo a mí. Sus acciones no eran otra cosa que el fruto de su propia naturaleza humana. Nadie es perfecto. 
Las madres a las que sigo crían de forma natural y son mujeres maravillosas que desean educar a sus hijos de forma diferente, comprometidas, que dan lo mejor de sí mismas sin pensar en ellas, que amamantan sin horarios, colechan a veces sin espacio, atienden  siempre las necesidades de sus hijos y les escuchan de verdad.

¿Por qué no podían permitirse estas mujeres extraordinarias algún fallo? Si son un ejemplo para mí y para todos.

Si yo intento ser como ellas...¿Por qué soy tan dura conmigo misma? Esto es algo que deberé trabajar.

¿Y por qué no aceptamos nuestra humanidad imperfecta, y nos perdonamos con la facilidad con la que sabemos pedir perdón? Nosotras no justificamos nuestros actos, los reprobamos y siempre podemos aprender de ellos para mejorar.

Sólo quería escribir un post de ánimo a todas ellas. Porque todas cometemos mil errores pero estamos dispuestas a mejorar. Y como en la canción...con tanto amor ningún obstáculo impedira que encontremos el camino.

lunes, 21 de enero de 2013

Educar sin castigos (II)






Me hubiese gustado que no hubiese transcurrido tanto tiempo desde que escribí la primera parte, pero últimamente disponer de tiempo para mí es algo bastante complicado.

Blanca ha entrado de lleno en lo que llaman los "terribles dos años" y, para ser sinceros, al final no es para tanto. Es verdad que hay veces que me entran ganas de salir corriendo, pero pienso que es más por mi falta de experiencia en estas situaciones que por lo que esté haciendo ella. Simplemente ha dejado de ser un bebé para ser una personita con opinión propia, como cualquier otra. Así que me encuentro en la mejor situación posible para poner en práctica todo lo aprendido en el libro de Naomi Aldort y poder contar mis experiencias.

Antes de hablar sobre mi opinión personal voy a haceros un pequeño resumen, bastante somero porque debéis leeros el libro!, de las ideas que más me han gustado:

Dar libertad a los hijos
La autora nos propone que demos más libertad a los hijos en todos los sentidos, de expresión y de acción. A veces cuando los pequeños se ponen a llorar o se enfadan, en seguida intentamos que dejen de hacerlo, y esto no detiene los sentimientos, sólo la expresión de los mismos. Si cualquier persona vive conteniendo sus sentimientos al final acabará saliendo de otra forma y esto no es sano. Si dejamos que expresen libremente sus sentimientos de alegría y felicidad... ¿No es lógico que también puedan expresar cualquier otro tipo de sentimientos? Siempre que sea posible debemos dejar a nuestros hijos tomar sus propias decisiones ya que deben aprender por sí solos muchas cosas, y cuando no sea posible, con cariño les explicaremos los motivos.

Aceptar sus sentimientos
Los niños, al igual que los adultos, tienen sentimientos perfectamente válidos que no hay que distraer o negar. ¿Cómo nos sentiríamos nosotros si al estar tristes o enfadados nuestra pareja o amigos no le dieran importancia o intentasen cambiar de tema? Pues eso es lo que hacemos con nuestros hijos cuando les distraemos o le quitamos importancia a lo que les pasa. Esto me ha pasado recientemente con Blanca, cuando ha comenzado a indicarnos las cosas que le dan miedo. Antes le decía que no pasaba nada pero ahora procuro no emitir juicios de valor, sólo valido que está asustada (le digo que sé que lo está) y le ofrezco mi apoyo.

Escucharles
Cuando nuestros hijos están enfadados por una situación determinada, los sentimientos que afloran son de impotencia al no poder cambiar los hechos y suelen centrarse en las personas que los provocan ("Su felicidad depende de alguien que no puede controlar")  Por ejemplo, cuando no quiere irse a casa en el parque y empieza a llover. Normalmente se enfadará con mamá porque se lo quiere llevar y no con el hecho de que está lloviendo. Muchas veces con validar los sentimientos del pequeño y que se sienta comprendido, podemos hacer que el niño se sienta aliviado y que ponga su atención en el hecho en sí.

Permitamos que crezcan seguros
Si permitimos que se expresen con total libertad y siempre, con independencia de lo que hagan, les tratamos con mucho amor, crecerán seguros de sí mismos. Además no tendrán miedo a contarnos cuando se han equivocado, cuando han roto el jarrón de cerámica o han pintado en la pared. Esto me encanta. Me gusta muchísimo la idea de que mi hija confíe en mí, en mi amor hacia ella, y sepa que haga lo que haga podrá contar conmigo. Según Naomi Aldort esto es posible si no le juzgamos, le tratamos con respeto, evitamos las comparaciones (esto lo tengo que corregir), respetamos sus decisiones y opiniones, y no recurrimos a sobornos o amenazas.

Mi opinión personal ¿Pero realmente podemos evitar las amenazas y castigos?
Desde que me leí el libro he intentado poner en práctica algunas de sus propuestas, unas con más éxito que otras. Debo decir que lo que mejor me está funcionando con Blanca es la visualización de la que hablé en el primer post y la validación de sus sentimientos. Me sorprende muchísimo cómo en situaciones de enfado de Blanca, sólo con saberse comprendida y apoyada, disminuye y acepta las situaciones.
Ayer por la tarde, por ejemplo, volvíamos a casa, estaba cansada, tenía sueño y se aburría en el coche. Empezó a quejarse y a protestar. Yo podía haberle reñido por gritar o haberla intentado distraer como otras veces, y sin embargo opté por validar sus sentimientos:

-Mamá.- Estás cansada de estar tanto tiempo en el coche ¿Verdad?
-Blanca.-
- Mamá.- Lo entiendo, yo también estoy cansada. Ya estamos llegando. ¿Ves ese edificio? Está cerca de casa ¿Te acuerdas?
-Blanca.- Sí. Mira, las luces.

Y se le pasó su enfado. Sabía que compredía cómo se sentía y que no me disgustaba, la apoyaba. El resto del camino estuvo haciendo dibujos en el cristal de la ventana del coche.
Me ha pasado en más ocasiones y funciona mucho mejor (y con mucho menos estrés) que cualquier otra cosa.

Sin embargo, hay algunas veces que las cosas no son tan sencillas. Como cuando va a meterse en la bañera y comienza a hacerse la dormida (quitarle la ropa a una niña de 15 kilos que se deja caer todo el tiempo es complicado). O cuando escupe la comida que, aunque lo hace cada vez menos, es algo que me enerva. En estas situaciones no hay validaciones ni argumentos que valgan y acabo recurriendo al "Eso que estás haciendo no me gusta" o a las horribles amenazas del tipo "Si vuelves a escupirlo no voy a darte más" (Odio que me salga esta frasecita sin tiempo a visualizar)

Al final mi mensaje es optimista. Lo que realmente pienso es que sí se puede educar sin gritos, amenazas ni castigos (la mayoría del tiempo). Digo la mayoría del tiempo porque somos madres y padres humanos, y todos nos podemos equivocar o perder los nervios en un momento determinado. Creo que sí podemos dejar atrás las educaciones recibidas y que, con trabajo y esfuerzo, podemos educar de forma distinta...

lunes, 14 de enero de 2013

Top 2012. Carnaval de Blogs

 Top 10 2012 es un carnaval de blogs iniciado por Amor Maternal, cuyo propósito es reunir los mejores artículos de la blogosfera maternal publicados durante 2012 en castellano. La temática del carnaval engloba el embarazo consciente, el parto natural, la lactancia materna, la crianza respetuosa, la psicología, el uso de portabebés ergo, la ecología y demás temas afines." 

Cuando esta mañana leí el blog de La Gallina Pintadita, que participa también es este carnaval, me apeteció muchísimo hacerlo a mí también. El grave problema realmente ha sido elegir las entradas porque, por unos u otros motivos, todas significan algo importante para mí y son parte cómo soy como madre...

martes, 8 de enero de 2013

Crisis de lactancia (de la madre)

Llevo un mes más o menos con esta sensación. Es la primera vez en 25 meses que lo siento pero no lo puedo evitar. Me siento culpable y agotada, pero sobre todo me asusta el desenlace de esta situación.

Me parece que todo empezó hace un mes y medio más o menos, cuando en la semana de su cumple se puso malita. Comenzó a despertarse mucho más de lo habitual por las noches, como es lógico entre toses y mocos. Después, al mejorar, durante unos días más, cada vez que se despertaba volvía a dormirse enseguida pero no soltaba el pecho. Y cuando yo la separaba se despertaba y todo volvía a comenzar. Al final de la noche mis sentimientos acababan siendo de irritabilidad y cansancio hacia la lactancia, hacia lo que tanto nos ha aportado a las dos y hacia un vínculo que en el fondo no me siento preparada para romper.

A partir de entonces, estas noches de "no soltar el pecho" se han estado repitiendo de forma cíclica y mis sentimientos contradictorios también. Me he estado planteando dejar de colechar por si yo misma la despierto al moverme, ya que cuando duerme las siestas y la paso a su cama puede dormir hasta tres horas seguidas. He estado pensando también en aplicar el método de Elisabeth Pantley, que ya me lo estuve pensando hace tiempo por si mejoraba las noches, y ahora sería para que no necesitara el pecho en sus despertares. Y también he pensado que si espero puede que todo vaya evolucionando de forma natural... Pero lo que no deseo es tomar una decisión a la ligera o en un estado de cansancio que no me permita pensar con claridad.

La realidad es que estamos en crisis. Ella demanda más y yo demando menos. No deseo destetarla pero necesito mejorar algunas noches y me siento culpable por ello.