Nunca hemos puesto en duda la utilidad, y la necesidad, de vacunar a nuestra hija. Sabía de la existencia de grupos de padres que prefieren la naturopatía para tratar a sus hijos, y que declinaban vacunarlos por los efectos secundarios y no me parecía lo más adecuado.
La semana pasada el pediatra nos recomendó ponerle a Blanca la vacuna del rotavirus porque ella ya había estado ingresada por este motivo y porque por lo visto ha habido un incremento de casos desde que se retiró temporalmente la vacuna. Desde que se la pusimos ha vuelto a tener tantos problemas digestivos que hemos decidido no ponerle el resto de dosis y me he puesto a leer los argumentos de los "antivacunas"...
¿Y si no están equivocados? ¿Y si es mayor perjuicio de poner una vacuna que no hacerlo?
Pues después de varios días de búsqueda he llegado a la conclusión de que no es importante vacunar a nuestros hijos, es IMPRESCINDIBLE. No os voy a aburrir con los argumentos en uno u otro sentido, pero sí os digo que gracias a la vacunación: hay enfermedades que ya están erradicadas, refuerzan las defensas de los bebés y no son tan lucrativas como para que se recomienden por dinero!!!
Eso sí, la del rotavirus no creo que se la volvamos a poner...
miércoles, 23 de marzo de 2011
Una de vacunas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario