sábado, 21 de abril de 2012
Del gateo a la carrera y a contar escalones
Esta última semana ha cobrado verdadero sentido para mí lo que significa "no parar". Tareas domésticas, dos días para rellenar los mil datos en inglés que pedían para un trabajo de la Unión Europea (me acosté un día a las dos de la madrugada), enorme falta de sueño a causa de nuevas muelas de la peque, correr detrás de Blanca...
¿He dicho correr? ¡¡Si hace una semana acababa de volver a intentar no caminar de la mano de mamá o papá!! Pues ahora no para.
Mientras le preparo una fruta me abre los muebles de la cocina y tira todo al suelo, mientras recojo lo que ha tirado abre la despensa y lanza por los aires unas cuantas latas, vuelvo a la fruta ignorando lo que me rodea en el suelo cuando se marcha al salón a sacar manteles y servilletas.
Cuando vamos al parque no quiere ir en brazos ni de la mano, sólo quiere ir libre, hacia donde le apetezca. Si ve un gato pues hacia el gato, si ve un perro hacia el perro y si quiere cruzar por en medio de la calle...la cojo y se enfada una barbaridad!
Estoy agotada pero nos estamos divirtiendo muchísimo. No dejo de emocionarme con las cosas que hace, con su incipiente libertad de movimientos, con esa ligera independencia que le ha proporcionado y con sus enormes ganas de explorarlo todo.
Es tremendamente divertido verla correr a su manera. Lo que hace es andar muy rápido con los brazos elevados, quizás para protegerse de una posible caída o quizás porque le ayudan a mantener mejor el equilibrio.
Ayer nos dimos cuenta además de que sabe los números hasta el cinco. Normalmente cuando jugamos, cuando subimos escaleras o cuando hay objetos que contar, se los voy numerando pero no pensaba que con menos de diecisiete meses fuese a memorizarlos. El caso es que ayer su padre comenzó a contar y ella fue diciéndole los números que venían a continuación. Nos quedamos perplejos.
Mi princesita se va haciendo mayor y me da la impresión de que si parpadeo más de la cuenta me lo perderé. Así que intentaré mantener los ojos bien abiertos porque en toda mi vida podré ver nada más bonito ni más hermoso.
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Me ha encantado el últim párrafo.
ResponderEliminarNo paran, ni de crecer ni de moverse, terminamos nosotros agotados antes que ellos.
Un abrazo
Muchas gracias Carol! Es verdad que ella me supera en energía. Yo acabo el día agotada y no amanezco mucho mejor ;)
EliminarParezco reconocer esa maravillosa actitud aventurera, ahora es todo tan intenso, subir, bajar, trepar... Tan preciosa tu niña...
ResponderEliminarMuchos besitos exploradores!
Querida Silvia, es una edad maravillosa. Ojalá estuvieras más cerca para poder compartir alguna tarde de juegos y aventuras!
EliminarEso creo, lo más maravilloso del mundo es ver cómo se van haciendo "personas", así entrecomillas, porque no es que ahora no lo sean, es que cada minuto lo son un poco más que el anterior.
ResponderEliminarAhora empieza lo bueno, día a día un nuevo avance, un nuevo logro, una nueva emoción y bajo mi punto de vista: un nuevo milagro. Así lo vivo cada día.
Besitos y un botecito de paciencia.
Hoy ha estado feliz en la feria. En el parque tampoco paraba. Pero me preocupa que ha estado alfonso pegona y ya no lo hacía. Cuando se enfada nos pega :( Espero que sólo sea otra fase corta!!!
EliminarLa verdad es que sí, es divertidísimo aunque a veces la espalda se resienta. Ahora mismo, tengo a mi polluela paseándose toda feliz con mis gafas de sol, jajaja.
ResponderEliminarQue lo disfrutes!!
Gracias Kim. Es divertidísimo...verdad? A ella también le encantan las gafas. Está para comérsela ;P
EliminarAy, Marián, cómo me suena a mí también! Una pilla la cama y no te da ni tiempo a pensar que postura pillar, directamente, tal cual caes. Tienes razón, es agotador pero precioso. Un abrazo para las dos!
ResponderEliminarQuerida Cocolina, estamos disfrutando mucho de esta etapa maravillosa. Estamos agotados pero muy felices :)
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