lunes, 31 de enero de 2011

Bebés con perro


Cuando me quedé embarazada hubo personas que me preguntaron si íbamos a deshacernos de Charlie.
Charlie Brown es un beagle que tenemos desde hace tres años. Es cabezota como todos los de su raza, pero también muy sociable y sobre todo juguetón. Para nosotros el perro es uno más en la familia. No le tratamos como a una persona ni le hablamos como a un bebé, no le damos comida de la nuestra ni le permitimos que se suba al sofá. Le tratamos muy bien pero como lo que es, un perro. Por eso no entendí muy bien el inconveniente de que el perro viviese con el bebé...
Los primeros días en casa dejamos al perro con la abuela para evitar que cambiase su rutina mientras nos hacíamos a la nueva situación. Antes de traerlo de vuelta le llevaron cosas de la niña para que se familiarizase con su olor. Cuando volvió a casa se acercó a nosotras para saludar, la olió y no le hizo mucho caso. Después tuvo unos días tontos, quería subirse al sofá y estaba más llorón. Por lo visto estaba intentando averiguar si su orden jerárquico (el último mono) había cambiado con el nuevo miembro de la manada. Le dejamos claro que seguía estando al final...
Ahora que Blanca es tan pequeñita, estamos adoptando las siguientes medidas:
- Nunca cogemos a la peque sin lavarnos las manos. Y tomamos las medidas higiénicas necesarias.
- Sólo permitimos que el perro huela a la niña, no que la chupe, y siempre los pies con los leotardos puestos.
- No echamos al perro si se acerca al bebé para que no tenga "sentimientos" negativos hacia ella.
Cuando la niña crezca será inevitable que alguna vez le pueda lamer las manos. En ese caso se las lavaremos bien para que no se las lleve a la boca sucias, igual que si tocase cualquier otra cosa.
Pensamos que Charlie va a beneficiar a Blanca en muchos aspectos, ya que los bebes que crecen con perros tienen más defensas y éstos les ayudan en su desarrollo social y afectivo.

2 comentarios:

  1. Hola!

    mmm... con perros como el vuestro, es decir: bien alimentados, limpios, que viven en casa con vosotros ( que no son callejeros ) no hace falta que seais tan estrictos a la hora de tocar el perro, y luego lavaros las manos. O que el perro no chupe la niña. Claro, que no le chupe la cara, pero no pasa nada si le toca una piernecita, por ejemplo. Piensa que el ambiente que hay en casa, es perfecto para ella. No está contaminado y lo que pudiese haber, ya forma parte de ella desde que se formó en tu barriga. Lo que pudiese haber en casa, enseguida el bebe, lo hace suyo. Quiero decir que no le es hostil ni le enferma.
    Si que hay que ir con cuidado si el perro suelta pelo, que la niña no se lo coma. Y tener al perro desparasitado. Pero no hace falta tener "cuidados extremos".

    Y... ya veras como en unos meses, más bien será la bebe quien chupe y muerda la colita de Charlie!

    Ah! Y muy bien con dejarle oler ropita de Blanca. Permitidle que huela a Blanca directamente. Le gustará

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Lo tendré en cuenta porque a veces soy demasiado exagerada con la limpieza en torno a mi hija!!! :)

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