Lactancia prolongada

Antes de nacer Blanca veía la lactancia de otra forma. Nunca me hubiese imaginado todos los maravillosos matices que trae consigo, además de la alimentación. Hasta que no experimenté lo que era amamantar no pude comprender el verdadero significado de la palabra. Por eso, si alguien me hubiese preguntado entonces cuánto tiempo pensaba dar el pecho hubiese dicho sin dudar que seis meses, como recomienda la OMS.

Al llegar a los seis meses no deseaba dejar de amamantar a mi hija y tampoco quería que ella sufriese un destete, por lo que decidí prolongarlo hasta el año. Por esa fecha ya comenzaron algunas voces a mostrar su disconformidad con la lactancia prolongada, como mi expediatra (desde ese día), y siempre les convencí argumentando que aguantaría hasta el año para no tener que dar leche en polvo (a partir del año los bebés pueden tomar leche de vaca)

Ya tiene un año ¿Ahora qué?
Pues por ahora sigo sin querer destetar o, por lo menos, no me planteo ya fechas ni plazos. Creo que estamos bien como estamos y que no debe preocuparme nada más.
En estas últimas dos semanas en las que ha estado enferma y no quería comer, al menos quería tomar tetita. Cuando le duele algo es lo que más le consuela. Si se despierta en plena noche llorando es lo que antes la calma. A mí todavía no me visita la señora de rojo...
¡¡Y no vamos a renunciar tampoco a nuestros pequeños momentos de tranquilidad, complicidad y cariño!!

Sé que no es una decisión que guste a todo el mundo. Nadie te mira mal dando un biberón pero dar el pecho a una niña de cierta edad no está tan bien visto.

En cualquier caso esto es algo a lo que sólo Blanca y yo podemos poner final. Y por ahora hemos decidido que queremos continuar.