Un año de amor

Hoy mi princesita cumple un año y, echando la vista atrás, siento nostalgia por los momentos que hemos vivido tan deprisa. Hubiese deseado poder jugar con el efímero tiempo para poder volver de vez en cuando a esos primeros meses, a sus primeras veces. De todas formas hay momentos que quedarán grabados en mi memoria para siempre, perennes en mis sentidos, como su olor de recién nacida, la primera vez que nos miramos nada más nacer, sus primeras sonrisas, sus primeras palabras...

Siento que la he querido desde siempre y que ya la soñaba antes de que llegase. Ha venido a mejorar nuestras vidas y a llenarlas de amor.

¡¡Felicidades mi vida!!


Y dejando un poco los sentimentalismos a un lado, os cuento que el fin de semana pasado hicimos una fiesta para celebrar su primer añito. Fué una fiesta muy bonita y ella disfrutó muchísimo, que era de lo que se trataba al fin y al cabo. Echaba los brazos a todo el mundo, sin extrañar, y no paraba de reir, jugar o aplaudir. Lo más gracioso es que cuando se acercó su hora del baño y de dormir no tenía sueño, sólo quería seguir jugando. Claro que, cuando los invitados se fueron, y después de un baño rápido, cayó en los brazos de Morfeo al instante ;)