martes, 3 de mayo de 2011

Las críticas del entorno

Es bien conocido el refrán "No hace daño quien quiere sino quien puede" y por desgracia es bien cierto. Cuando las personas más ajenas te critican, puede molestarte pero no llega a ser demasiado importante. Lo realmente doloroso es que las personas a las que más quieres piensen mal de ti, que te mueven rencores absurdos o que no actúas con sinceridad. Y quizás eso me ocurra por ser demasiado sincera. Si algo no me gusta lo digo, nunca me callo las cosas, y es gracias a eso por lo que nunca he sido rencorosa. Es bastante difícil contentar a todo el mundo, porque nadie hace las cosas de la misma forma. Mi hija toma pecho a demanda y no soy una madre negligente por no darle además agua! Y si modifico unos planes porque va a llover, es sólo porque va a llover.
Desde que nació Blanca mi forma de ver las cosas ha cambiado radicalmente. Mis prioridades son otras. Todo mi mundo se ha visto maravillosamente vuelto del revés. No concibo mi felicidad si no es viéndola a ella ser feliz.
Nunca volveré a permitir que las presiones del entorno me hagan llorar y que esas lágrimas me impidan disfrutar de la sonrisa de mi hija.


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