lunes, 12 de noviembre de 2012

La famosa silla de pensar



A Blanca le gusta sentarse en muchísimos sitios, a veces son de lo más inverosímiles para mí, pero seguro que para ella no lo son tanto. Le gusta sentarse en las mesas, en el suelo, en el lateral de su caballito (como en la foto), en los peldaños o en los carritos de las muñecas. No hace mucho me habló de la silla de pensar y me dijo que eso no le gustaba.



No puedo narrar lo mal que me sentí cuando supe que a mi pequeña  de menos de dos años la habían castigado. Sí, castigado. Podrán decirme que no se va a traumatizar, que eso le viene bien, que es educativo y mil estupideces más...¡¡Pero aislar a un bebé del resto de sus compañeros e instarle a quedarse ahí marginado un tiempo según su edad es un castigo!!

Cuando fui a hablar con su educadora y con la educadora del centro la reunión fue bastante decepcionante. Por un lado porque me decían que no era un método usual, que no se iba a traumatizar por eso, que no había silla sino alfombra (¿De dónde sacaría mi hija el nombre?), y que sólo cortaban el juego al niño y lo dejaban a parte para que reflexionara. Y por otro lado porque cuando les dije que no estaba de acuerdo en que se lo hiciesen a mi hija me solicitaron una alternativa...y no supe dar ninguna. Lo bueno de aquella reunión es que pareció servir de punto de inflexión y no lo han vuelto a hacer con Blanca de momento.

Desde entonces he estado investigando bastante sobre el tema en internet. Además La Gallina Pintadita me recomendó un post bastante interesante del blog B aprende en casa y he estado hablando con una psicopedagoga de confianza (mi madre).

Os resumo mis conclusiones:

  • Un bebé no piensa como un adulto. ¿Cómo va a funcionar un sistema en el que ella misma debe reflexionar sobre sus "malas acciones"? ¿Y si para ella no eran malas? Hay muchísimas cosas que los adultos vemos como negativas o peligrosas, pero seguro que a ellos les parecen de lo más interesante. Como experimentar con la gravedad lanzando objetos, oír como suenan contra el suelo, subirse al sitio más alto posible, etc.
  • La mejor forma de educar es el ejemplo. ¿Qué va a aprender de un método que no le enseña nada, le humilla y además le aisla de sus compañeros?  No podemos pretender que aprenda nada bueno de algo que le produce miedo o rechazo. Sólo aprenderá que hay que obedecer por las consecuencias negativas de no hacerlo, no porque haya comprendido la realidad y consecuencia real de sus acciones. Si un bebé pega a otro y le castigan, puede ser que deje de hacerlo por temor a las represiones pero lo ideal es que aprenda que no debe hacerlo porque no se arreglan las cosas por la fuerza, hace daño a otros niños y es una acción que no nos gusta (a él tampoco)
  • Al igual que otros métodos conductistas, como el antinatural de Estivill, sólo sabemos las consecuencias que tiene en los pequeños a largo plazo. Nadie puede garantizarme que estas "técnicas educativas" (que yo llamaría más bien "correctivas" porque enseñan más bien poco) no dejen huella en los pequeños. Así que si no educan, y no tenemos certeza de que sean tan inocuas como nos venden, tenemos que negarnos al uso de ellas
 La mañana en la que estuve en la guardería y me pidieron una alternativa, no supe darles ninguna porque no la hay. No hay recetas mágicas, no hay métodos infalibles y no hay reglas fijas porque no son máquinas ni todos son iguales. Cada persona es un mundo y nuestros niños no son una excepción.

Me he dado cuenta de que sólo puede funcionar explicar las cosas desde el cariño, todas las veces que sean necesarias. La educación es un maravilloso camino para recorrer con amor, respeto, empatía, alegría y grandes dosis de paciencia.

10 comentarios:

  1. Pues yo creo que si hay alternativa,que no lo hagan y le expliquen la repercusión de su acción,que dicho sea de paso a saber la cosa tan grave que habría hecho,yo creo que es más la necesidad de los centros de mantener orden con poco personal. Es que no hay otra,porque si un niño le quita un juguete a otro es malo?tendría ese niño que sentirse mal por verse atraído por un juguete super entretenido lleno de color que está en manos de otro niño? Eso lo veo yo todos los días en mi casa y es lo normal,si las tuviera que castigar por eso iba dada yo!!!

    Estoy contigo,odio odio la silla de pensar. A no ser que un adulto se siente con ella y converse para hacerle entender lo que quiera que haya pasado. Cosa que dudo.

    No te calles,quejate lo que haga falta madres como tú son las que nuestros hijos necesitan hablando alto y claro por ellos!!!!olé por ti. Y siento mucho por lo que estas pasando.

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    1. Tienes toda la razón. Cuando digo que no hay alternativa lo que quiero decir es que no hay ningún otro método y que la única vía aceptable es explicar las cosas. En lo referente a mí aguanto muchas cosas pero en lo referente a Blanca no tolero ni una. No sé si soy un ejemplo a seguir pero nunca dejaré de cuidar a mi hija.
      Eres estupenda y me encanta poder leer tus opiniones. Además...siempre me dices cosas muy agradables!!!
      Mil gracias

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    2. Exacto es que en los centros parece que o castigan o castigan y si les dices que cambien y dialoguen te toman por una loca que no sabe educar con firmeza a sus hijos. Estoy harta de ese tipo de sociedad.Eah!!!!! Y me encanta tu blog.

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    3. A mí me cansa oír que me tomo las cosas muy en serio o que me preocupo demasiado. Parece que lo mejor es ser una madre despreocupada que pasa de los hijos ;)
      Muchísimas gracias por tus palabras!!!! A mí me encantas tú!!! :)
      Un besote enorme

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  2. Estoy contigo, totalmente de acuerdo.

    ¿A qué conclusión van a llegar ellos solos?

    Claro que hay alternativas, pero quizás no tan rápidas y cómodas como las que utilizan ellas. Y pasan siempre por acompañar y hablar.

    Hiciste muy bien en hablar con ellas, creo que yo también me hubiese quedado en blanco al pedirme una alternativa. Por nuestros hijos hacemos lo que sea.

    Un abrazo

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    1. Te agradezco mucho tus palabras. En ese momento me sentí un poco inútil...pero al menos creo que sirvió para que no hagan ese tipo de cosas con Blanca. Por desgracia no sé si lo siguen haciendo a los demás niños. Lo peor de todo es que es un centro muy bueno a pesar de todo. Blanca adora a las educadoras y ellas los colman de besos. No quiero imaginarme como sería en otro sitio.
      Un abrazo

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  3. Ya sabes lo que pienso del tema, así que hoy mi comentario va a ir por otro camino. No sabes la suerte que tienes de tener a la psicopedagoga en casa. Ya te contaré.
    Un besote

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    1. Mi psicoterapeuta particular seguro que está disponible para todo lo que necesites ;)
      Un abrazo

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  4. Me ha gustado mucho leer tu reflexión. No existe el método perfecto para educar, pero lo que si que hay que hacer es pararse a pensar en como se hacen las cosas y las consecuencias que pueden traer. Soy educadora, y por desgracia he visto muchas veces en el aula el recurso de "la silla de pensar, rincón de pensar...", que para mí no es otra cosa que un castigo disfrazado. Lo peor que puede haber es coaccionar a un niño para que actúe de una manera a través del miedo. Yo como educadora, quiero que mis niños se sientan libres y confiados en el aula, que empaticen con sus compañeros, que sean ellos mismos, y sé que cuando tenga hijos querré lo mismo para ellos. Me ha gustado mucho leer tus entradas, porque a veces siento que la relación entre la escuela y la familia está muy dividida, hay que intentar acercar ambos mundos, que son tan importantes para nuestros niños. Un saludo! Marga

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    1. Querida Marga. A mí me ha encantado tu comentario y saber que hay educadores que se cuestionan alternativas a métodos arcaicos de enseñanza. Ojalá encontremos en nuestro camino a más personas como tú.
      Un abrazo y muchas gracias

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