Todavía no he podido acabar el libro sobre la educación sin castigos y ya he sacado bastantes conclusiones. Tenía pensado escribir una entrada con mis primeras impresiones pero he decidido hacerlo cuando lo termine de leer.
Y esta mañana, jugando con Blanca en el parque, me di cuenta de que mi princesa trataba a su muñeca como yo la trato a ella.
La tenía en brazos todo el tiempo, la acunaba para dormirla cantando, le decía "tetita" y fingía amamantarla, la montaba en el columpio con ella... ¡Era un reflejo casi idéntico de nuestra relación!
Me hizo pensar en todas las cosas que le transmito sin ser consciente de hacerlo y en que por mucho que le pueda decir, aprende mucho más con lo que me ve hacer.
Nuestros hijos aprenden más por imitación que por cualquier otro método. Desgraciadamente esto no siempre es una ventaja porque viven en un entorno y ni sólo nos imitan a nosotros ni sólo imitan lo bueno.
Blanca sigue pegando de vez en cuando. Hemos pasado por varias fórmulas para que dejase de hacerlo y, al final, parece que sorprendentemente lo que más está funcionando es hablar con ella. He dejado de decirle que eso no se hace para decirle que sé que no quiere hacerme daño porque me quiere mucho, que mamá nunca pega a nadie y que si me pega me duele. No sé si es lo más acertado pero es lo que está haciendo que pare cuando comienza a pegar. Quizás le hago ver que mamá no pega y ella acaba haciendo lo que hace mamá...no porque yo se lo imponga sino porque aprende lo que ve.
También me han surgido otras dudas más difíciles de resolver, porque no puedo ir haciendo este tipo de preguntas a otros padres. Si los hijos aprenden con el ejemplo....
¿Los bebés a los que les han aplicado métodos conductictas para dormir acunan a sus muñecos o les dejan en su carrito para que se duerman solos?
¿Jugarán alguna vez a que amamantan a sus muñecos, si lo ven hacer a otras madres, los peques que han tomado leche artificial?
Si esto es así ¿Acabarán tratando a sus hijos de la misma forma? ¿Podemos realmente cambiar lo que deseamos de la educación recibida con nuestros hijos o acabaremos imitando a nuestros padres?
Lo aprendimos siendo tan pequeños y quedó tan gravado en nuestra memoria que asusta que siempre acabe aflorando en momentos de más estrés y que un bebe los acabe imitando de la misma forma en que acuna a su muñeca.
Para evitar que aflore en momentos en los que podemos perder el control el libro que me estoy leyendo da una solución bastante sencilla, pero eso ya es otra historia que os contaré otro día... ;)
Estoy deseando que nos cuentes más sobre ese libro, que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarLo de pegar creo que son rachas, no saben cómo manejar y canalizar su rabia y es así como lo expresan. Minerva también tuvo una época...
En cuanto a las preguntas que te haces... la mayoría hemos jugado a dar biberón a nuestros muñecos porque no habíamos visto amamantar (yo no recuerdo haber jugado a dar teta, la verdad). Sin embargo creo que a muchos de nosotros de nos crió muy diferente a cómo lo estamos haciendo nosotros, por lo que siempre se puede hacer diferente.
Un abrazo
Tienes razón en que hay cosas que se pueden cambiar pero ¿nunca has hecho o dicho algo que era idéntico a lo que nos decían a nosotros? Yo alguna vez me he visto repitiendo esquemas aprendidos que intento modificar...
EliminarUn besote
Por supuesto que me he visto diciendo algo de lo que me decían a mí y con lo que no estoy de acuerdo. Pero soy consciente de ello y procuro no hacerlo, aunque cuesta.
EliminarComo siempre Marián me haces pensar. Efectivamente aprenden lo que ven y cuando son cosas "malas" cuesta mucho quitárselas de la cabeza.
ResponderEliminarDavid cuando juega con Candela, a veces le da mi tetita, pero otras muchas veces, más veces, le dice:toma el bibi. ¡qué fuerte! a mi se me llevan los demonios, pero es lo que ve en la guarde. Creo que aunque lo que aprendemos de pequeños nos influye mucho, cuando somos adultos y tenemos que ejercer de padres cogemos lo que nos gustó de nuestros padres y lo repetimos y lo que no nos gustó lo cambiamos, no digo lo mejoramos, porque eso será según el criterio.
Estoy deseando de leer tu resumen. Por cierto, ¿qué libro es?
Un beso grande grande
El libro es "Aprender a educar sin gritos, amenazas ni castigos" de Naomi Aldort
EliminarYo me refiero a que hay comportamientos que, cuando perdemos los nervios, nos salen automáticamente y que suelen ser un fiel reflejo de la educación recibida. No me refiero sólo al tratar a nuestros hijos, con los que tenemos mucha más paciencia, sino con los demás. Pero esas maneras...también las aprenden nuestros pequeños. A mí me pasa con el perro. Cuando le veo lamiendo el suelo me exaspera y le grito "no". Me sale automáticamente. ¿Qué le estoy enseñando a Blanca?
...no había acabado :(
EliminarUn besote enorme guapa
huy niña, justo el que me quiero leer ahora, si me lo prestas me haces una mujer jajajaja
EliminarOf course...my darling! ;)
EliminarYo también creo que los juegos de los niños son a menudo un reflejo de su vida diaria. En respuesta a tu pregunta, vi a una niña estivilizada dejando llorar a su muñeca "porque quería llamar la atención", fue algo que me impresionó mucho.
ResponderEliminarPor otra parte, no creo que vayamos a tratar a nuestros hijos de la misma forma en que nos trataron a nosotros. Obviamente, la educación recibida influye mucho y con frecuencia tendemos a repetir patrones, pero siempre se puede romper el círculo.
Besos.
Querida Kim, me has dejado perpleja con lo de la niña estivillizada...madre mía!!!
EliminarPuede que tengas razón y que podamos romper el círculo. Pero es un lastre que todos llevamos.
Un besote enorme
Siempre he pensado que lo mejor en la educación es ser conscientes de lo que nos mueve y del por qué de lo que hacemos, si tienes ese grado de consciencia no tienes por qué hacer simplemente lo que ves. Lo más importante es fomentar la libertad de pensamiento, el ser humnano tiene mecanismos mucho mas complejos que la imitación, no todo es social también genético y confiando en ellos encontrarán un camino satisfactorio aunque no sea exactamente el que nosotros habríamos imaginado para ellos.
ResponderEliminarMarco también está pasando por una etapa en la que pega cuando se enfada, incluso a si mismo y eso jamás lo ha visto, ni si quiera va a la guardería. Pienso que es una fase que atiende a un descontrol de las emociones, poco a poco comprobará que no es un buen camino, de hecho cada vez lo hace menos. Unas veces le digo que no se hace, otras que comprendo su frustración... pero con 20 meses lo único que de verdad comprende es que no lo censuro por lo que es y que confío en su capacidad para dejar de hacerlo. Pasará. Claro que no hay que dejarlos a su amor.
Tiene muy buena pinta ese libro, ya nos vas contando.
Un beso grande Marián.
Me parece muy sensato lo que has escrito. Quizás el miedo a hacer las cosas mal nos lleva a cuestionarnos las cosas más evidentes.
EliminarUn abrazo enorme y muchas gracias por aportar tu opinión
Ai que tema!a mi me pasa tb a veces pierdo los nervios y me sale lo peor de mi infancia y entonces recojo velas y me siento con mi niña le explico lo que me pasa y que me he equivocado que no tenía que haber gritado. El libro sobre el discurso materno de laura GutMan me ha servido de mucho. Sobre todo he aprendido a ver esos momentos y a saber llevarlos y reconducirlos mejor, nuestros niños se merecen lo mejor pero no somos perfectas y darles una infancia respetada es más de lo que nos dieron, vamos mejorando pero la perfección está lejos. Yo confío en que la libertad y el respeto con que las trato hará su trabajo. Simplemente que nos planteenos todo esto tiene que traer algo bueno a nuestros hijos
ResponderEliminarMe encanta lo que has escrito. Al menos intentamos corregir nuestras reacciones y eso no es poco. Me apunto el libro para cuando consiga acabar el que estoy leyendo ahora!!! Un besote guapa
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