Para mantenerla entretenida con este calor sofocante de Sevilla y encerradas en casa tuve que recurrir a todo tipo de estratagemas.
Hemos hecho manualidades, disfraces, teatros y, lo mejor de todo, recetas. Hoy deseo compartir la receta de limonada de la tía de mi padre. Tita Angelita era una gran persona, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Cuando había reuniones familiares hacía unas migas deliciosas y una limonada casera que nunca sobraba. Me acuerdo a menudo de ella.
Blanca había hecho limonada en el cole y este verano, aprovechando una de esas tardes de encierro forzoso, hicimos la nuestra usando la receta de Angelita. Sólo introduje como variación unas fresas para darle color rosa al zumo y para que Blanca viese el cambio del color.
No puedo deciros la cantidad exacta de agua porque al igual que el azúcar es cuestión de ir probando. Eso sí, con 4 o 5 limones sale muchísima limonada. En función de su tamaño pueden salir tres o cuatro litros. Lo mejor es beberla muy fresquita o hacerla picando hielo, que parece granizado de limón.
Primero se lavan muy bien los limones. Se rayan para quitar la parte amarilla de la cáscara y se reserva. Se pelan y se les quita muy bien la parte blanca de la piel ya que amarga. Se deshuesan los limones y se pican bien con la rayadura, el agua y el azúcar. Después se va añadiendo agua y azúcar al gusto. Espero que la disfrutéis :)
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