A veces me he sentido un espécimen extraño de un documental de animales. Mis sensaciones, mis ideas, mis inquietudes, no suelen ser las mismas que las de la mayoría de mujeres que me rodean.
Ya cuando nació mi hija me convertí en un bicho raro. La amamanté siempre a demanda cuando la mayoría lo hacía por períodos y le di el pecho treinta y siete meses, cuando en mi entorno cercano nadie superaba los cinco o seis.
Durmió conmigo hasta pasados los dos años desoyendo consejos, cuando la mayoría de madres que conocía los sacaban de su habitación a los cuatro o cinco meses. No le di papillas e introduje los alimentos enteros...¿Pero qué barbaridad más bárbara era esa? ¡Por Dios y por la Virgen de los Dolores! ;)
Durmió conmigo hasta pasados los dos años desoyendo consejos, cuando la mayoría de madres que conocía los sacaban de su habitación a los cuatro o cinco meses. No le di papillas e introduje los alimentos enteros...¿Pero qué barbaridad más bárbara era esa? ¡Por Dios y por la Virgen de los Dolores! ;)
Superadas esas "excentricidades" me acostumbré a ser la rarita y hasta me gustaba el punto desafiante que tenía el contestar los comentarios que emitían los demás. Pero gracias a las redes poco a poco fui descubriendo que no era la única madre loca, rara y que hacía las cosas de otra forma. Poco a poco hasta tuve amigas que eran todavía más raras y más locas que yo, y que me inspiraban para continuar aumentando mi mala fama :D
Ahora, superados esos momentos, me atormentan otras cosas que me siguen haciendo ser una madre rarita. Intento ser respetuosa con el ritmo y la maduración de Blanca, y cuando no lo logro me siento fatal. Intento evitar recurrir a los castigos porque no me gustan.
No voy a dar un cate a tiempo, no voy a sentarla a pensar sobre el Mito de la Caverna en una silla ni voy ignorarla porque esté enfadada. No voy a reírme de los Tips que alardean de no querer pasar tiempo con los hijos, igual que no lo hago de los chistes machistas. Y no voy a irme de viaje sin la peque porque necesite tiempo con mi pareja, igual que no me voy con Blanca sin su padre para tener nuestros momentos tiernos madre-hija.
Hace poco he alucinado un poco porque veía muchísimos mensajes en las redes que me hacían creer que somos una especie en peligro de extinción. Como podrás ver soy una madre rarita de esas a las que le va nadar contra corriente, pero ahora sé que no estoy sola. ¡Somos muchas madres/padres raros! Gracias Suu, LadyA, Papá Lobo, Gallina Pintadita, Mamá Corchea, Colo, Kim, Armando de Bebés y Más, etc. y todos aquellos que fomentáis mi maravillosa locura :D
Hola! me han dado un premio al blog con el que estoy empezando, es para darse a conocer, a ti ya te conoce mucha gente pero me gusta tu blog y quiero dártelo, espero lo aceptes, puedes verlo en homebabysa.blogspot.com
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el premio! Te sigo! :)
EliminarPues las rarezas que comentas me son muy familiares... Mmmm... Sospechoso!! :P
ResponderEliminarMuas!
Jejeje!! Creo que nos vamos contagiando unos de otros!! :)
EliminarUn besote
Subscribo todo lo que has dicho .Fdo : Otra rarita, encantadisima de serlo.
ResponderEliminarEncantada de conocerte y bienvenida al club ;)
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