Estas navidades vinieron a mi cabeza innumerables posts que deseaba escribir, pero debido a otros quehaceres siempre quedaban postergados y finalmente nunca se materializaron. Quise escribir un post sobre el destete de Blanca pero me costaba enfrentarme a plasmar todos mis sentimientos más íntimos y lo pospuse. Ahora me alegro, porque La mamá corchea lo ha escrito con mucha mejor maestría que con la que yo lo hubiese hecho.
También quise escribir una entrada sobre mi tan deseada Tableta de dibujo, que por fin me trajeron Los Reyes Magos. Éste dibujo es el último que he hecho con el ratón (Gracias!!!) La entrada que más ganas tuve de narrar fue la del estrés navideño, porque aunque gracias a Blanca ahora son fechas muchísimo más especiales, la familia te acaba estirando como un chicle para que estés allí o allá, de forma que apenas hemos podido disfrutar de algunos momentos de tranquilidad, como el de la mañana de Reyes.
Lo peor de todo no es que ese ritmo frenético no me haya dejado escribir lo que tanto deseaba, sino que esas prisas nos acompañan todo el año, y también a la pobre Blanca. Me he dado cuenta de que estoy absolutamente todo el día metiéndole prisa. Me he convertido en...
¡¡¡Una horrible Estresamami!!!
Sí. Lo soy. Después de taaaanto esfuerzo por intentar no ser una Gritamami (todo a voces), una Sordamami (no escuchar a la peque), una Despistedemami (se te cae la niña de la trona, sales sin pañales, te dejas su desayuno en casa, etc.), una Hipocodriacamami (llevarla por todo al pediatra) o una Bitsmami (con un año debe andar y con dos...pues hacer el pino con las orejas)
¿Y qué es una Estresamami?
Pues es la típica madre que no deja respirar a su pobre niño con las prisas todo el santo día... "Venga termina ya tu desayuno/ comida/ merienda/ cena" "Súbete al coche" "Baja ya del coche" "Recoge rápido que vamos a la bañera" "Lávate ya los dientes" "Duérmete ya que es muy tarde"... O sea...YO :(
Ay! Qué lejos quedaron aquellos tiempos en los que no teníamos nada que hacer salvo jugar las dos. Hasta la casa quedaba relegada a un cuarto término (Vale, actualmente está en segundo, no os voy a engañar, no deslumbra por su limpieza) Ahora entre mi trabajo, su colegio, la natación y otros quehaceres siempre la estoy agobiando. Hay veces que no hay más remedio pero sé que otras muchas las prisas son fruto de la inercia, porque realmente no es importante si se duerme diez minutos más tarde o si tardamos una hora en llegar al parque que hay a cien metros de mi casa.
Veo que la pobre no puede relajarse con ese ritmo y a veces lo rechaza negándose a hacer las cosas, hecho que yo le censuro cuando lo que debería hacer es comprenderla y darle su tiempo y su espacio.
Pues nada, otra neura a corregir. Mientras lo intento al menos espero que por el camino no me salgan otras nuevas!!! ¿A alguien le ha pasado algo así?
A mí también me pasa...Y me joroba un montón, porque no me gusta ir así por la vida, pero es lo malo que tiene tener que cumplir ciertos horarios...
ResponderEliminarUn besote!
Llevamos una vida frenética y nuestros hijos al final también, verdad?
EliminarUn besote
Hola bonita!! me sonrojas, gracias por compartir, pero te animo a que escribas sobre el destete, escribimos muy poco y parece que no existe, a mí me ha ayudado mucho darle forma y verlo fuera.
ResponderEliminarCreo que yo también soy una "estresamami" sobre todo con el tema de ir a la cama, estoy tan cansada por la noche...
Te das cuenta, nos damos cuenta y eso es lo importante, no te etiquetes cariño, que al final terminas creyéndotelo. Eres un amor, sabes lo que quieres y eso es muchísimo.
No obstante intentaremos mordernos la lengua antes de meterles prisa ;-) Gracias por el recordatorio.
Un fuerte abrazo!
Me encanta leerte Silvia. Y tu entrada me ha encantado, así que no podía dejar de enlazarlo :)
EliminarLo de las etiquetas es verdad. Yo tengo las mías demasiado arraigadas pero intento que mi mochila no le pese demasiado a Blanca ;)
Un abrazo enorme y muchas gracias por tus palabras
Eso es inevitable, y con dos niños ya ni te cuento. ...lo hacemos lo mejor que podemos y con eso nos debemos quedar. Yo creo que mi madre cometió tantos o más errores incluso que yo, y te aseguro que no le guardo ningún rencor, al contrario, la admiro por haber criado lo mejor que supo a sus cuatro churumbeles, que se dice pronto....
ResponderEliminarOjalá Blanca de mayor diga esas cosas de mí guapa.
EliminarUn abrazo enorme
Eso es inevitable, y con dos niños ya ni te cuento. ...lo hacemos lo mejor que podemos y con eso nos debemos quedar. Yo creo que mi madre cometió tantos o más errores incluso que yo, y te aseguro que no le guardo ningún rencor, al contrario, la admiro por haber criado lo mejor que supo a sus cuatro churumbeles, que se dice pronto....
ResponderEliminarMe ha encantado leer esta entrada, intentamos no ser tantas cosas, que a veces no podemos, pero qué razón tienes y gracias a tí me la voy a aplicar (lo había pensado antes) si no llegamos antes al parque o al super nooo pasa nada, graciasss por esta entrada. Besicos.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya servido. A mí me cuesta bastante darme cuenta de las cosas que hago de manera automática. A ver si conseguimos ser menos estresantes ;)
EliminarBesos