Las piscinas, la playa, la bañera... todo me asusta con Blanca! Quizás es exagerado decir que me asusta pero sí me da bastante respeto. Una vez leí que un niño pequeño podía ahogarse en sólo 30 segundos. ¡Es sólo un parpadeo!
Desde entonces llevaba tiempo deseando apuntar a Blanca a clases de natación pero, entre unas cosas y otras, no había podido. Y, por fin, la semana pasada comenzamos con las clases para que aprendiera a nadar.
Los días previos le estuve hablando del tema, le expliqué que yo me metería con ella también en la piscina y que un profesor nos diría lo que teníamos que hacer. Fuimos a ver la piscina y los vestuarios para que se familiarizase con todo, y no paraba de decir que quería meterse en el agua. También fuimos a comprar un gorro y unas chanclas que le encantaron. Estaba muy ilusionada.
Pero el día X... llegó con muchas ganas a la piscina, le puse el bañador sin que dejase de sonreír, fuimos a la clase muy contentas y al entrar en el agua... ¡Se puso a llorar diciendo que se quería ir! No paraba de llamar a papi y de decir que se quería ir, no se consolaba con los otros niños ni con juguetes. Dejaba de llorar un minuto para volver a comenzar y yo no sabía que hacer. Me sentí impotente al no saber transmitirle a mi hija la tranquilidad y la seguridad que necesitaba estando a mi lado. Al final nos fuimos antes de que acabase la clase y seguimos con más llanto en la ducha (ella siempre se baña en casa)
Salí de allí super frustrada pero no pienso rendirme. No voy a obligar a la peque a hacer algo que no quiere pero tampoco voy a tirar la toalla en algo que considero tan sumamente importante. He decidido hacerlo tan gradual como ella necesite, incluso obviando las sugerencias del monitor de natación... ¡Y espero que muy pronto pueda sentirse igual de segura en los brazos de su madre tanto fuera como dentro del agua!
Una cosa es la idea que tenía de lo que sería y otra la realidad. No creo que haya que obligarlos, ya que sería contraproducente.
ResponderEliminarIncluso podéis dejarlo para el verano, que tendréis más opciones y estaréis a vuestro ritmo.
Nosotros vamos de vez en cuanto a la piscina de invierno por libre, a jugar, y la verdad es que se va notando. Aunque es verdad que de pequeñita no le importaba meter la cabeza y ahora ya no, aunque poco a poco... pero nunca la hemos obligado.
Espero que la próxima vez le guste más. Pero tampoco pasa nada. A estas edades los niños sólo juegan, hasta los cuatro o cinco (no lo recuerdo bien) no aprender realmente a nadar.
Un besazo
Tengo claro que lo que hay que hacer es respetar sus ritmos. Ayer no la metí directamente, estuvimos jugando en el borde hasta que quiso entrar y al final estaba pataleando en el agua cogida de mis manos. Disfrutamos las dos! :)
EliminarUn abrazo
Qué bien, cuanto me alegro. Poquito a poco se consigue todo.
EliminarUn abrazo
Creo que más o menos ya conoces nuestra experiencia al respcto. No creo que sea cuestión de obligarla, pero como dices tampoco es cuestión de tirar la toalla a la primera de cambio. Como con todo, necesitan su tiempo, adaptarse al nuevo espacio, las nuevas personas, el nuevo medio...por mucho que mamá esté ahí. Quizás en unos días lo disfrute enormemente, es más, creo incluso que ya lo hace ¿no?
ResponderEliminarUn beso guapa. Blanca está más preciosa cada día, muy, muy niña
Sí!!!! Por fin se lo pasó bien!!! Hasta en la ducha ;) No le lavé la cabeza y también nos reímos en la ducha. Fue estupendo!!!
EliminarMuchas gracias Carmen. David también está super guapo! Es que tienen buenos genes ;P
Un besote
A mí las piscinas y los niños también me inquietan. Son una combinación que hace vivir a cualquiera con intranquilidad si la tienes en casa, y sino cuando vas... es que como para no!
ResponderEliminarEncantada de conocerte ;)
Igualmente!!! Es que si lo pensamos bien son bastante peligrosas!!!
EliminarUn besote
Marco va a natación con su padre desde los seis meses y tiene fases de todo tipo, todavía con dos años y medio. Unas veces le da miedo hacer cosas que ya sabía hacer, otras se divierte mucho, otras solo juega en la escalinata con su padre... Le deja hacer lo que necesita en cada momento y según el estadío de desarrollo actúa con más miedo, cuando es más consciente del peligro. Mucha paciencia y olvidar lo que diga el monitor, son mucho de objetivos, a vuestro ritmo.
ResponderEliminarMuchos besos bella
Creo que es un buen consejo. Muchas gracias. Es lo que haremos! :)
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A Hugo tambien le inquietaba mucho entrar en la piscina, pero yo queria a toda costa que perdiera el miedo al agua, pues lo peor que puede pasar es que le entre el pánico y entonces si que se puede ahogar... No queria entrar de ninguna manera, asi que no le obligué, simplemente, lo dejé con el bañador, sentado en un banco junto a la piscina y le expliqué que yo me iba a bañar con los otros niños.
ResponderEliminarAl verme nadando y jugando con los otros niños, fue él que quiso entrar voluntariamente. Me esperé a que me lo pidiera, y no pasaron ni dos minutos!
No se si te servirá, pues cada niño tiene reacciones distintas, pero todos, todos, todos, tienen curiosidad!
Ánimo!!!!
Lo que estamos haciendo ahora es respetar su ritmo pero lleva una semana sin ir porque ha estado malita. A ver cómo nos va el lunes!!! ;)
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